Seguramente has escuchado en más de una vez las incontables virtudes que tiene el agua para nuestra salud y nuestra belleza. Otra creencia más o menos extendida es que el agua tiene «propiedades adelgazantes». ¿Qué hay de cierto en todo esto?


Beber al menos ocho vasos de agua al día es esencial para mantener el buen funcionamiento del sistema renal. El agua nos ayuda a eliminar toxinas de nuestro organismo y a depurar nuestra sangre. Al hidratarnos desde el interior, nuestra piel luce mucho más luminosa, suave y bonita.

Otra gran ventaja es su eficacia para luchar contra la retención de líquidos y la piel de naranja. Aunque la celulitis se deba a depósitos grasos, en ocasiones sucede que las toxinas y desechos de nuestro organismo impiden el buen drenaje de los lípidos que terminan por acumularse debajo de la piel creando una superficie acolchada e irregular que es lo que se conoce como «piel de naranja». Si este es tu problema, una dieta depurativa y beber al menos dos litros de agua al día, te será de mucha utilidad.

¿Pero es posible realmente el adelgazar bebiendo agua? No existe ninguna sustancia «mágica» en la Naturaleza que nos haga perder peso sólo por consumirla. Para adelgazar es indispensable gastar más calorías de las que ingerimos. Obviamente será mucho más fácil si aumentamos nuestro nivel de actividad física, ya que de tener una vida totalmente sedentaria el recorte calórico tendría que ser demasiado drástico y desaconsejable. Sin embargo, aunque el agua por sí misma no sea adelgazante, sí puede ayudarnos a quemar calorías (aunque no tantas como para compensar lo que consumimos en una dieta llena de excesos).

Según unas investigaciones realizadas en el 2003 por «The Journal of Clinical Endocrinology and Metabolismy», después de tomar agua nuestro metabolismo aumenta hasta en un 30% su nivel de actividad y se mantiene en este estado un máximo de 40 minutos. Este incremento en la quema de calorías se debe a que después de beber agua (sobre todo si está fría) nuestro cuerpo transfiere su calor al agua ingerida para estabilizar la temperatura corporal.

Aunque no sea un tip mágico para perder peso, es muy útil por ejemplo si practicas algún deporte o gimnasia ya que al mantener nuestro metabolismo en un nivel alto, alcanzaremos antes nuestros objetivos al realizar actividades físicas.

Por último, si estás a dieta, recuerda que el agua es tu mejor aliada para evitar caer en la tentación de comer entre horas, ya que es saciante (ocupa el estómago) pero tiene cero calorías. Tomar un vaso de agua antes de las comidas te ayudará a vencer las ganas de repetir otro plato de comida.

Se dice que dos terceras partes de nuestro cuerpo son agua y nuestras células solamente trabajan en su capacidad plena y son capaces de regenerarse si estamos bien hidratados. Sin embargo, no todas las personas beben la suficiente cantidad de agua que necesitan porque sacian su sed con otro tipo de bebidas.

¿Es este tu caso? ¿Bebes al menos litro y medio de agua diariamente?