Con el el otoño y la llegada del cambio estacional nuestra piel pasa constantemente del calor al frío, del viento a las calefacciones y lógicamente se resiente ante todos estos factores ambientales. El primer signo visible es la deshidratación que aparece como consecuencia de la fragilidad de la barrera hidrolípida. Por este motivo, no es extraño sentir sensación de tirantez en el cutis o incluso que aparezca descamación. La solución está en rehidratar tu piel con frecuencia y evitar los cambios bruscos de temperatura, el calor artificial, las duchas de agua caliente y por supuesto las cabinas de bronceado.


¿Te has propuesto cuidar tu piel este otoño? En nuestro artículo de hoy te daremos tres claves para que tu «operación rescate» sea exitosa.

Tu piel necesita vitaminas

Parece algo tan obvio que muchas veces lo olvidamos. La mejor forma de proporcionárselas es a través de la alimentación. Las frutas y vegetales de la temporada son ideales para obtener el aporte nutricional adecuado: las setas contienen vitaminas del grupo B, minerales y ácido fólico; los higos, las manzanas, las uvas, los limones y los kiwis nos aportan vitamina C y antioxidantes, mientras que los frutos secos como las avellanas, las nueces y las castañas son ricos en ácidos grasos que combinados con una buena ingesta de pescado nos aseguran la cantidad suficiente de Omega-3 que necesitamos para conservar una piel flexible y elástica.

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Ayuda cosmética

Debemos combatir la sequedad de la piel con lociones humectantes, pero procurando no saturarla con demasiados productos. Es un error muy frecuente tratar de compensar la pérdida de agua que sufre nuestra epidermis renovando muy a menudo la aplicación de la crema. Con esto lo que sucede muchas veces es que colmamos la capacidad de absorción de nuestros poros y todo aquello que queda en la superficie sin absorberse, puede estresarla o irritarla. La cuestión es cambiar las cremas de textura ligera por otras un poco más cubrientes.

Aunque estemos en otoño, seguimos necesitando protección solar contra los rayos ultravioleta, de modo que no te olvides de comprobar que tu hidratante diaria tenga como mínimo un FPS 15.

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El otoño es la época en la que la Naturaleza se desprende de lo viejo, caen las hojas de los árboles, pero tu piel también acelera sus procesos de regeneración. Las células muertas se acumulan en la superficie siendo necesarias las exfoliaciones semanales para remover todas estas impurezas y favorecer la oxigenación. Si notas tu piel apagada y sin vida es posible que no la estés exfoliando con la frecuencia que necesita; una piel que respira luce mucho más joven y hermosa.

Como cuidado de belleza adicional, podemos aplicarnos mascarillas relajantes y re-hidratantes dos veces a la semana. Una buena mascarilla que hidratada en profundidad es, por ejemplo, Aquaconfort de Delarom. Si eres una fanática de la cosmética natural y te encanta preparar tus propias mascarillas, te recomendamos sobre todo las elaboradas a base de miel ya que son muy nutritivas y ricas en vitaminas del grupo B.

Tratamientos de belleza «otoñales»

Según los profesionales de las clínicas de estética, el otoño es la época del año en la que existe mayor demanda de tratamientos de belleza para el cuidado facial. Las razones están en la mente de todos: durante el verano nuestro rostro ha sufrido una sobre-exposición solar que puede reflejarse en forma de manchitas y pigmentación irregular.

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El peeling químico es una de las soluciones estéticas más eficaces para tratar estos problemas. Puede realizarse a diferentes profundidades de la piel dependiendo de las sustancias empleadas: alfa o betahidroxiacidos, ácido glicólico o ácido salicílico. Después de someterse a un peeling la piel queda hiper-sensible siendo necesario extremar las medidas de protección solar.

Otro tratamiento alternativo al peeling y que también sirve para eliminar las manchas del rostro es la microdermoabrasión. En este caso, se realiza mediante un moderno aparato con cabezal de puntas de diamante que exfolía mecánicamente la superficie de la piel, limpiándola de impurezas y borrando progresivamente las imperfecciones.

Ambos pueden combinarse con la mesoterapia facial o las mascarillas regeneradoras de ácido hialurónico y factores de regeneración epidérmica para obtener mejores resultados.

Las sustancias inyectables están a la orden del día para rejuvenecer de forma inmediata. Son los llamados «lifting sin cirugía». El doctor Moisés Amselem recomienda los inductores de colágeno para corregir la flacidez del óvalo facial. Sus resultados son muy naturales porque se basan en la capacidad de la piel para repararse a sí misma. Sin embargo también son temporales (duran alrededor de un año y son necesarias «sesiones de refuerzo»).

El ácido hialurónico es (junto con el bótox) la sustancia que más se infiltra en los tratamientos antiedad. Permite corregir el aspecto de cara cansada y ojeras, o revitaliza tus labios.

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Los tratamientos con láser y luz pulsada no tienen mucha demanda en los meses de verano porque dejan la piel fotosensible. En otoño sin embargo como la incidencia solar es menor y ya no vamos a la playa a broncearnos, es la época ideal para recurrir a ellos. Actúan estimulando la producción natural de colágeno y elastina, sustancias responsables de garantizar la flexibilidad y tersura de la piel.

Por último, para rejuvenecer tu escote, lo más eficaz son los tratamientos combinados de ácido hialurónico y Terapia Fotodinámica con luz LED de forma que se rellenen arrugas e imperfecciones a la vez que se limpia la piel de impurezas y se eliminan manchas.

Esperamos que nuestro artículo de hoy os haya gustado y que nos contéis vuestros truquitos de belleza para estar espléndidas en otoño.