Si las cenas navideñas pueden ser algo copiosas de por sí y desaconsejables para las personas que tienen el colesterol alto o sufren de hipertensión, los diabéticos deben ser especialmente precavidos ya que los excesos en comidas y bebidas que se consumen en estas fiestas generan un descontrol de la glucosa que puede poner en peligro su salud.



Esta es la razón según indican los estudios de que en Navidades se incremente la demanda de los servicios de urgencias por hiperglucemias (niveles altos de glucosa en la sangre).

Además de continuar con el uso de medicamentos indicados por su médico para el control de la diabetes durante estas fechas, los especialistas resaltan la necesidad de que los pacientes continúen vigilando su alimentación en estos días: “La idea es disfrutar de los platillos navideños en porciones pequeñas, reduciendo la ingesta de carbohidratos (azúcares refinadas, jugos, refrescos, ponches o frutas en almíbar), grasas y alimentos salados (bacalao, embutidos), así como tomar suficiente agua y limitar el consumo de bebidas alcohólicas para mantener en conjunto el control de la glucosa».

No hay razón para que las personas con diabetes dejen de disfrutar las celebraciones que conllevan estas fechas. La planeación cuidadosa y el conocimiento sobre cómo manejar la enfermedad son las únicas precauciones que deben tomar en el conjunto médico-paciente.  De hecho, es un buen motivo para que el paciente evalúe su situación y se fije metas para su salud y  bienestar, procurando cumplirlas en la medida de lo posible.