Siempre se habla de la importancia de comer despacio cuando nos sentamos a la mesa. Sin embargo, la mayoría de nosotros en algún momento del día nos alimentamos aceleradamente: desayunamos a toda prisa para no llegar tarde al trabajo, almorzamos frente al pc o cenamos viendo TV.


Numerosos estudios científicos demuestran que ingerir los alimentos de forma pausada es más beneficioso para nuestro organismo. Se estima que la ingesta de calorías puede reducirse un 10%. Esto se debe a que nuestro cerebro tarda 20 minutos en transmitir la sensación de saciedad desde que comenzamos a comer. Por este mismo motivo es recomendable no llegar con mucha hambre a la hora de la comida y tomar pequeñas raciones a modo de tentempié a media mañana que nos sirvan para mitigar la ansiedad.

Procura masticar lentamente y no llevar bocados demasiado grandes a la boca.

También debes evitar en la medida de lo posible mirar el móvil mientras comes o comer frente al pc. ¡Lo mejor es hacerlo en familia! La buena costumbre de almorzar y cenar acompañados puede hacer que nos sintamos más relajados/as e ingiramos los alimentos pausadamente. Es la mejor forma de garantizar una buena digestión y ayudar a nuestro cuerpo a mantener su peso ideal.