En muchas ocasiones os hemos referido en el blog el importante papel que cumple el agua en nuestra salud. Existen muchos tipos de agua a la venta y últimamente vemos tanto en las estanterías de los pequeños comercios como en las grandes superficies un nuevo tipo de bebidas: las aguas con sabor.


Surgen ante la necesidad de dar una alternativa a los consumidores preocupados por la gran cantidad de calorías que tienen los refrescos azucarados. Las aguas aromatizadas son en un 99,5% agua, a la que se le añade una  pequeña cantidad de aditivos (acidulantes, edulcorantes, conservantes, saborizantes y aromatizantes) o de extractos de plantas como el té verde, el rooibos o el ginseng.

El consumidor habitual puede pensar al leer esta lista de ingredientes que las aguas aromatizadas reportan más beneficios a nuestra salud, como por ejemplo el poder antioxidante del té verde o las propiedades energizantes del ginseng. Sin embargo, dado el pequeño porcentaje que contienen de estas sustancias, no podemos esperar los mismos efectos sobre nuestra salud que tiene el hecho de tomar infusiones diariamente…

Eso sí, por su sabor dulce (manzana, mandarina, naranja, melocotón) son algo más apetecibles que el agua convencional y pueden ser un buen aliciente para que aquellas personas que sólo beben agua cuando tienen sed, lo hagan más a menudo.

¿Las has probado ya?