Cuando compramos agua embotellada en el supermercado nos damos cuenta de que existe una gran variedad: distintas marcas, lugares de extracción, tipos de envase… ¿Qué diferencias existen entre cada una de ellas y qué tienen en común? En nuestro artículo de hoy os hablaremos de los beneficios del agua mineral y sus muchas variedades.


¿Qué es el agua mineral?

Es aquella que procede de manantiales subterráneos. Supuestamente está libre de pesticidas y toxinas contaminantes.

El agua de la lluvia se filtra a través de las corrientes subterráneas, entre las rocas de las altas montañas. En su recorrido, va adquiriendo muchos de los minerales de las rocas, hasta llegar a un manantial subterráneo donde se realiza la explotación.

El agua de los manantiales no necesita ser desinfectada ya que se trata de agua pura, mineralizada y lista para el consumo. Además, tiene muchas propiedades terapéuticas beneficiosas para la salud.

¿Qué tipos de agua mineral existen?

Dependiendo de la cantidad de minerales que contengan pueden clasificarse en:

  • Mineralización muy débil: su contenido en minerales no supera los 50mg/l
  • Mineralización débil: su contenido en minerales no supera los 500mg/l
  • Mineralización fuerte: su contenido en minerales no supera los 1500mg/l

Dependiendo del tipo de minerales, el agua puede ser:

  • Bicarbonatada: contiene más de 600mg de bicarbonatos por litro. Este tipo de agua está especialmente indicada en trastornos del aparato digestivo como acidez, digestiones pesadas, úlceras, dietas de adelgazamiento, obesidad, etc.
  • Ferruginosa: contiene más de 1g de hierro por litro. Indicada en caso de anemia, cabello y uñas débiles, reúma, obesidad y estreñimiento.
  • Cálcica: contiene más de 150mg de calcio por litro. El calcio ayuda a mantener en buen estado los huesos, dientes, músculos y sistema nervioso. Sin embargo, este tipo de agua está contraindicada en personas con tendencia a la formación de piedras en el riñón.
  • Clorurada: contiene más de 200mg de cloruro por litro. Se usa de forma externa (tratamientos de hidroterapia, balnearios, etc.). Está contraindicada en caso de úlceras gástricas.
  • Sulfatada: contiene más de 200mg de sulfatos por litro. Su uso externo está recomendado para problemas de la piel como eccemas, dermatitis, acné, psoriasis, etc.

Según la concentración de minerales las aguas también pueden ser:

  • Duras: contienen gran cantidad de macrominerales como el calcio. Se identifican fácilmente porque dejan residuos cuando se evaporan. Suelen proceder de corrientes muy profundas.
  • Blandas: tienen menos minerales, no dejan residuos al evaporarse y proceden de corrientes más superficiales.

¿Cuál elegir?

El tipo de agua más saludable es la de mineralización débil o muy débil ya que son las que tienen menos contraindicaciones y cuidan nuestra salud renal.

Si tu médico te indica que careces de algún tipo de mineral, es mejor restituirlos con la alimentación y suplementos en vez de elegir un agua muy mineralizada.

En cuanto al dilema de elegir agua del grifo o embotellada, es evidente que es preferible beber agua pura de manantial ya que no contiene restos de metales pesados. Sin embargo, también se da el caso de muchas marcas comerciales que mienten sobre las propiedades del agua, el lugar exacto de la extracción, sobre la ausencia de tóxicos, etc.

¿Sabes qué es el Bisfenol A? Es una sustancia que se utiliza para endurecer el plástico. A veces las botellas se calientan durante el transporte y entonces el Bisfenol A pasa al agua y después a nuestro organismo. Diversos estudios relacionan cantidades altas de esta sustancia con la aparición de transtornos hormonales, cáncer o diabetes. Entérate de qué marcas envasan el agua en botellas recicladas sin Bisfenol A. Si optas por esta alternativa, además de cuidar tu salud estarás protegiendo el medioambiente ya que las botellas de plástico generan toneladas de residuos que tardan siglos en descomponerse.