Durante milenios, muchos pueblos de diferentes culturas han recurrido al poder curativo y embellecedor de las flores para tratar diferentes enfermedades de la piel, acelerar los procesos de cicatrización y detener los signos de la edad.
A la hora de incorporar las flores en nuestras recetas de cosmética natural, podemos usar sus aceites esenciales concentrados o hidrolatos florales. En otra ocasión prometemos desarrollar por extenso este tema y hacer la distinción entre ambos. Hoy sin embargo, nos limitaremos a hacer un listado de las flores que tienen mayores propiedades dermatológicas. ¡Anímate a emplearlas en distintas fórmulas cosméticas!
- Manzanilla: tiene propiedades calmantes y descongestivas. El extracto de manzanilla es un buen remedio para reducir la inflamación en pieles edematizadas.
- Rosas: poseen una gran concentración en antioxidantes, especialmente vitamina C que ayuda a combatir los primeros signos de envejecimiento en la piel.
- Amapola: protege y suaviza la piel. También tiene propiedades antiinflamatorias.
- Lavanda: muy apreciada en aromaterapia y en tratamientos de spa. Es antibacteriana, antiséptica y se recomienda especialmente para pieles secas y sensibles.
- Hibisco: muy popular en la medicina tradicional India y China. Sus flores son ricas en antioxidantes y alfa-hidroxiácidos naturales que exfolían tu piel suavemente, refrescando el cutis y estimulando la micro-circulación a nivel capilar.
- Flor de cactus: es rica en antioxidantes y tiene propiedades antihistamínicas, lo que la convierte en un ingrediente idóneo para productos de belleza hipoalergénicos. Su extracto protege la piel contra radicales libres impidiendo que pierda parte de su hidratación natural.
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