cuidado-cabelloLa exposición al sol, el cloro, la sal o el viento son algunos de los factores responsables de que en verano tu pelo se reseque, se vuelva quebradizo e incluso cambie de color.

Imaginamos que a estas alturas del año ya estarás pensando en cortar. Puede que no te apetezca mucho y te decidas por otras soluciones: mascarillas, tratamientos capilares con keratina, etc. Hoy te daremos tres consejos básicos para proteger tu melena y conseguir que recupere su fuerza y su brillo.

1) Productos capilares a evitar

Prescinde por una temporada de los productos de cosmética e higiene industrial más agresivos con tu cabello: lacas, ceras, tintes, gominas o sprays fijadores.

Tu pelo puede volverse todavía más seco y quebradizo con el uso continuado de estos productos. Deja de usarlos durante un tiempo hasta que recupere fuerza y volumen.

2) Olvídate del brushing y de las planchas

Retira la mayor parte de la humedad con una toalla y sécalo después con el secador en la modalidad de aire frío a cierta distancia (unos 10 cm.). Puede que el pelo no quede tan liso como deseas pero estará mucho más protegido.

Si tienes que recurrir a la plancha en alguna ocasión especial, no te olvides de aplicar previamente un buen protector térmico.

3) Mascarillas caseras de aguacate

Son fantásticas para regenerar los cabellos maltratados, restaurando su hidratación natural.

3.1) Mascarilla de aguacate y plátano

Introduce en una batidora un plátano y un aguacate pelados y agrega aproximadamente medio vaso de agua. Bate bien hasta obtener una crema homogénea y aplícatela sobre el cabello húmedo, antes del último aclarado, de la raíz a las puntas. Deja que actúe al menos media hora y aclara con agua fría.

3.2) Mascarilla capilar con aceite vegetal de aguacate

Coloca en un bol una buena cantidad de aceite vegetal de aguacate (lo suficiente como para cubrir todo el cabello) y 5 gotitas de aceite esencial de romero (fortalece el pelo).

Extiende este aceite desde la raíz a las puntas y deja que actúe aproximadamente media hora. Después lava cuidadosamente con champú (puede que necesites varias pasadas para que el pelo no quede aceitoso) y aclara abundantemente.