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En más de una ocasión os hemos hablado en el blog de la importancia de hidratarnos bien mientras practicamos deporte.

Beber agua mientras entrenamos es mucho más que una cuestión de salud. También nos ayuda a mejorar nuestro rendimiento deportivo, a mantener nuestro cerebro activo o a perder peso rápidamente.

Por este motivo, y como nunca está de más recordarlo, en nuestro artículo de hoy te daremos 10 motivos para que bebas más agua durante tus rutinas:

  1. Equilibrio de fluidos: nuestro cuerpo está constituido en un 90% de agua. Una pequeña descompensación durante la actividad física, puede conducir al fallo metabólico. Bebiendo más agua mejoraremos nuestra resistencia como deportistas a la vez que mantenemos nuestro sistema activo.
  2. Nos ayuda a adelgazar: a pesar de que el consumo del agua no está directamente relacionado con la pérdida de peso, varios estudios han establecido una relación entre la cantidad de agua que bebemos y la eficacia de las dietas de adelgazamiento.

    Esto sucede porque al beber agua eliminamos toxinas, favoreciendo la función renal. El hígado es el órgano de nuestro cuerpo encargado de quemar las grasas, pero cuando nuestros riñones están saturados, el hígado asume parte de sus funciones, relentizando el resto de sus tareas.

    Bebiendo agua reducimos la carga de trabajo en nuestros riñones y facilitamos las funciones hepática y renal.

  3. Aumenta la resistencia: cuando hacemos ejercicio en el gimnasio se pierde mucha agua a través del sudor. Como consecuencia los músculos se cansan antes y no podemos concluir los objetivos que nos hemos fijado. Bebiendo más agua, aumentaremos nuestra resistencia en los entrenamientos.
  4. Piel joven: mantener hidratado nuestro cuerpo mejora el aspecto general de la piel y relentiza el proceso de envejecimiento.
  5. Fortalece el sistema inmunitario: el agua provoca la actualización de las principales funciones de nuestro cuerpo. Beber más agua estimula más la formación de la linfa que transfiere las células blancas “inmunes” a través de la sangre.

  6. Articulaciones sanas: el líquido sinovial que protege las articulaciones del desgaste, se deteriora antes si no nos hidratamos bien, haciendo que nuestras articulaciones se vuelvan más vulnerables a los traumas y enfermedades graves como la artritis.
  7. Mejora la actividad cerebral: el agua facilita la absorción de nutrientes esenciales para el funcionamiento de nuestro cerebro. Se ha demostrado que experimentamos un aumento del 30% de nuestra productividad y concentración cuando estamos bien hidratadas.
  8. Previene accidentes cerebro-vasculares: el agua reduce la presión arterial alta. Una investigación inglesa ha demostrado que las personas que beben al menos seis vasos de agua al día tienen la mitad de probabilidades de sufrir un ataque al corazón o un derrame cerebral.
  9. Facilita las digestiones: mejorando el ritmo de nuestro metabolismo y ayudándonos a combatir el estreñimiento de forma eficaz.
  10. Depura nuestro organismo: nuestro cuerpo recibe diariamente una gran carga de toxinas y bacterias que llegan a nuestro cuerpo a través de la contaminación ambiental, el tabaco, los alimentos, etc. Bebiendo al menos dos litros de agua al día estaremos limpiando el organismo de estos desechos tóxicos, facilitando su expulsión a través de la orina.