Entendemos por «fitoterapia» el conocimiento y uso de las plantas medicinales con fines terapéuticos. Es la primera medicina que conoció el hombre; existe prácticamente desde los inicios de la Humanidad. Antes de aparecer los medicamentos tal y como los conocemos ahora, los fitofármacos y sus principios activos eran el único remedio conocido para tratar los problemas de salud o prevenir ciertas enfermedades.

Se cree que existen más de 25.000 plantas con propiedades medicinales que pueden ser empleadas con fines terapéuticos. Dependiendo del modo de la aplicación, de la extracción y del tipo de planta, se pueden usar distintas partes de la misma: hojas, tallos, frutos, flores o raíces.

¿Cómo recolectar las plantas medicinales que usaremos en fitoterapia?

Para que una planta conserve todos sus principios activos, es necesario tener en cuenta algunos factores como el momento del día, la época del año o el ciclo vegetativo de la planta.

La edad de la planta (su ciclo vegetativo) determina la cantidad de sustancias beneficiosas, minerales y oligoelementos que contiene. Cuando la planta es demasiado joven tiene demasiada agua y pocos principios activos. Sin embargo, cuando es demasiado mayor su ciclo vegetativo está muy avanzado y su capacidad para retener ciertas sustancias se reduce. Por tanto, el momento ideal para recolectar las plantas medicinales es justo antes de florecer, ya que es entonces cuando conservan una mayor riqueza de principios activos.

Dependiendo de la parte de la planta que vayamos a recolectar debemos tener en cuenta también la estación. Si se trata de las hojas, lo mejor es cogerlas antes de la floración. Las flores deben recolectarse justo cuando estalla la floración (mejor aún si son capullos). Los tallos en primavera y las raíces en otoño.

Las condiciones ambientales también son importantes. Cuanto más seca esté la planta, mejor conservará sus propiedades, por lo tanto se recomienda recolectar en un día que no haya llovido ni esté cubierta de rocío. Tampoco es aconsejable que haya demasiado calor porque los aceites esenciales de las plantas se evaporan fácilmente.

Elige hojas y flores en buen estado y, sobre todo, asegúrate de que en el campo no se hayan utilizado pesticidas y de que los cultivos no sean transgénicos.

También se recomienda evitar lugares alejados del tráfico masivo para que la planta esté libre de sustancias tóxicas.

¿Cómo conservar las plantas medicinales?

Las plantas sólo florecen o dan fruto en una determinada época del año. No siempre podemos recolectarlas cuando queremos por lo que, para utilizarlas durante todo el año, necesitamos emplear un método de conservación.

Una de las mejores formas de conservar las plantas medicinales y aprovecharnos de todas sus virtudes es secándolas. Existen dos métodos de secado: secado al sol o a la sombra.

El secado al sol es más rápido, pero tiene también sus desventajas. Si vamos a emplear la planta en tratamientos de aromaterapia, debemos tener en cuenta que el sol hará que parte de los aceites esenciales se evaporen. Por otra parte, la planta también queda expuesta a posibles cambios climáticos, lluvia o humedad que podrían estropearla.

El secado a la sombra es más lento pero seguro. Para ello necesitas un lugar sombrío, aireado y seco (por ejemplo un granero).

Dependiendo de la parte de la planta que queramos secar procederemos de forma diferente. La colocación debe permitir siempre el paso del aire para un secado rápido.

Si vas a secar flores, colócalas en ramilletes no demasiado apretados, hacia abajo. Para secar hojas lo mejor es colocarlas sobre una rejilla metálica o de madera (tipo mosquitera) que permita la circulación del aire por arriba y por abajo. Coloca las hojas extendidas, sin tocarse entre ellas. No conviene ponerlas en el suelo, ya que la humedad creará moho y se pudrirán. La raíz es la parte más delicada a la hora de secar. Una vez cortadas, conviene cortar los tallos y dejar solo las raíces anchas. La manera más rápida de permitir que se sequen es cortándolas en rodajitas y colocándolas igual que haríamos con las hojas, es decir, extendidas y separadas en una rejilla que permita el paso del aire, dándoles la vuelta con frecuencia.

En cuanto comprobemos que la planta está seca, procederemos a su conservación en un recipiente de vidrio opaco (nunca en bolsas de plástico). Debes tener en cuenta que las plantas medicinales no deben conservarse más de un año, ya que pasado ese tiempo pierden propiedades y se enmohecen.

Un método alternativo al secado es la congelación. Suele hacerse con plantas utilizadas en cocina como el perejil, la albahaca o la menta ya que así conservan mejor su sabor.

Una vez que hemos conservado nuestras plantas medicinales, podemos aprovecharnos de sus virtudes usando distintas preparaciones caseras: infusiones (manzanilla, tila, té verde), decocciones a fuego lento (si se trata de las partes duras de una planta como las raíces o cortezas) o tinturas (por ejemplo en vodka) para plantas como el castaño de indias, el Hamamelis, la ulmaria o el abedul con las que vayamos a elaborar cosméticos de uso tópico.

Algunas de las plantas medicinales más usadas en fitoterapia:

Harpagofito

Tiene propiedades analgésicas, depurativas y antiinflamatorias.  Está indicado en todo tipo de dolores (artritis, artrosis, dolores de cabeza, fibromialgia, traumatismos, etc), para bajar la fiebre, y como calmante del sistema digestivo (cólicos, estimular secreciones biliares, regular colesterol, depurativo, laxante, etc).

Para dolores locales, puedes usar cataplasmas de la planta seca (o su aceite esencial) con agua y arcilla roja. Para tratar problemas digestivos, haz una deccoción de la planta (3 cucharaditas x 750ml. de agua), deja que hierva durante 3 minutos y luego que repose toda la noche. Puedes tomar un máximo de tres vasos al día.

Está desaconsejado en personas con úlcera gastroduodenal o mujeres embarazadas.

Gingseng

Es un estimulante del sistema nervioso central. Indicado en casos de ansiedad, estrés o fatiga. También se usa como afrodisíaco.

Basta con hacer una decocción de 1 gramo de esta raíz en 250 cc. de agua. Deja que hierva durante tres minutos y toma una taza cada mañana.

Se desaconseja en los casos de insomnio o taquicardias.

Equinácea

Fortalece el sistema inmunológico para prevenir gripes y resfriados. También tiene virtudes analgésicas y puede aplicarse de forma externa para desinfectar heridas y quemaduras.

Realiza una decocción con una cucharadita seca de la planta por taza. Deja que hierva unos 5 min.

No debe tomarse durante períodos largos de tiempo. También está contraindicada en el embarazo, lactancia, si se padece tuberculosis o esclerosis múltiple.

Ginkgo Biloba

Indicado para problemas circulatorios: varices, flebitis, falta de riego en el cerebro, demencia senil, hipertensión, etc.

Debes tomar una infusión con una cucharadita de la planta seca por taza, dos veces al día, antes o después de las comidas.

No tiene apenas contraindicaciones, pero es mejor moderar su consumo si sufres dermatitis.

Boldo

Está indicada en patologías del hígado, hepatitis, insuficiencia hepática o biliar, estreñimiento, dolores de cabeza relacionados con congestión hepática y disfunciones biliares, etc. En tratamientos largos, conviene hacer descansos.

Para aprovecharte de todas sus virtudes, basta con hacer una infusión usando 2 gr. de la planta seca por taza, tres veces al día antes o después de la comida.

Desaconsejada durante el embarazo y lactancia.

Cola de caballo

Es diurética, cuida de nuestra salud renal. Combate la hipertensión, los cálculos renales y la retención de líquidos. También fortalece los tejidos de la piel, uñas o cabello.

Puedes tomar infusiones de 5 gr. de la planta seca por taza, hasta tres veces al día, antes o después de las comidas.

Debe evitarse su uso prolongado ya que puede crear trastornos nerviosos. Tampoco se recomienda durante el embarazo o lactancia.

Espino Albar

Estimula la circulación y tiene propiedades hipotensoras. Está indicado en hipertensión, arritmias, palpitaciones, arteriosclerosis, insuficiencia cardíaca, prevención de angina de pecho, etc.

Es preferible tomarlo bajo preescripción médica ya que puede estar contraindicado con otros medicamentos. Realizar tratamientos discontínuos.

Tomar una infusión con una cucharadita de postre de la planta seca por taza, tres veces al día antes de las comidas.

 

 

 

Menta

Indicada sobre todo para trastornos del aparato respiratorio y digestivo (acidez, digestiones pesadas, asma o bronquitis).

Puedes tomar una infusión con una cucharadita de menta seca por taza, tres veces al día.

No tiene contraindicaciones.

Melisa

Actúa sobre el sistema nervioso y tiene un efecto tranquilizante y digestivo. Está indicada en insomnio, estrés, nerviosismo, hipertensión, taquicardia,

depresión y ansiedad, migraña, digestiones pesadas, gastritis, etc.

Toma una infusión de una cucharadita de postre de planta seca por taza, tres veces al día antes de las comidas.

No tiene contraindicaciones.

Fucus

Es rica en yodo. Está indicada en casos de hipotiroidismo y estreñimiento. Produce sensación de saciedad y es un suave laxante.

Elabora una decocción de 5 gr. de la planta seca por taza. Deja que hierva durante 5 min. y tómala tres veces al día antes de las comidas.

Contraindicado en ansiedad, insomnio, taquicardia, hipertensión, cardiopatías o si se están tomando medicamentos con hormonas tiroideas.

Romero

Es conocido por su acción estimulante, pero también tiene propiedades antiinflamatorias, analgésicas o descongestivas.

Puedes tomar infusiones de romero usando una cucharadita de la planta seca por taza hasta tres veces al día.

Evitar en embarazadas y niños menores de seis años.

Tomillo

Tiene propiedades antisépticas. Está especialmente indicado en el caso de afecciones respiratorias (bronquitis, catarro, asma) o infecciones de la piel.

Si estás constipada, prepara una infusión de tomillo con una cucharadita de la planta seca por taza tres veces al día. Añádele el zumo de medio limón y una cucharadita de miel ecológica.

Artemisa

Muy útil en el caso de problemas menstruales, tanto amenorrea como dismenorrea.

Elabora una infusión con 4 gr. de la planta seca por taza, tres veces al día.

No debe usarse durante períodos prolongados.

Gayuba

Especialmente indicada para tratar problemas de las vías urinarias.

Si este es tu caso, elabora una infusión de 20 gr. de la planta seca por litro de agua. Tomar 1 litro al día.

Está contraindicada en el embarazo o si hay úlcera gastroduodenal.

Estevia

Muy conocida en los últimos años como edulcorante. Esta planta posee además propiedades laxantes y antibacterianas.

Para aprovecharte de sus virtudes, haz una infusión con una cucharadita de la planta seca por taza, tres veces al día.

No tiene efectos secundarios.