Si tienes el cutis graso y tendencia a sufrir brotes de acné, debes ser especialmente cuidadosa a la hora de limpiar tu piel.

El maquillaje con siliconas, la contaminación medioambiental o el sol pueden aumentar la grasitud natural de tu epidermis, haciendo que los poros se taponen y la piel no respire. Si no se limpia regularmente, la grasa y las impurezas se convertirán en el caldo de cultivo ideal para las bacterias, que infectan los poros y provocan la aparición de los granos y espinillas.

Los dermatólogos americanos de la revista «Allure» nos dan una serie de consejos que debemos seguir todos los días para tener una piel bonita y libre de acné:

  1. Mantener el rostro limpio: la limpieza facial diaria es un cuidado indispensable, sobre todo antes de ir a dormir (tanto si nos maquillamos como si no lo hacemos), después de sudar en el gimnasio o si hemos pasado mucho tiempo al aire libre.

    Toda la grasitud y la suciedad que se ha acumulado en el rostro a lo largo del día, deben ser eliminadas para dejar que la piel respire.

    Aunque el maquillaje sea muy útil para disimular granos y espinillas, si no se ha retirado después de varias horas puede volverse perjudicial. Para ello existen toda clase de desmaquillantes específicos, siendo especialmente útiles aquellos que contienen ácido salicílico para desinfectar los poros.

  2. No te toques ni revientes los granos: aunque sientas la tentación de hacer desaparecer los granos por arte de magia, si lo intentas puedes inflamar la zona o incluso dejarte marcas. Lo ideal es tratarlos y esperar a que desaparezcan. Algunos lápices correctores de maquillaje pueden ocultarlos a la vez que los desinfectan.
  3. Si no resististe la tentación y te reventaste un grano de la cara, debes desinfectar bien la zona para evitar que queden marcas. Algunos productos que pueden usarse para este fin son el peróxido de benzoilo o el ácido salicílico que contienen muchos cosméticos de farmacia y algunos de venta en grandes superficies (por ejemplo los limpiadores de Clean & Clear)
  4. Revisa bien los productos que utilizas: huye de las fórmulas que contengan aceites o parafinas. A la hora de tratar los brotes de acné a algunas personas les dan un buen resultado los cosméticos con peróxido de benzoilo, ácido glicólico o ácido salicílico, pero a otras no les funcionan. Si es así debes consultar a tu dermatólogo para que estudie tu caso en particular y te recete un producto específico dependiendo de la causa de tu acné.
  5. Prueba con los retinoides: al contrario de lo que comúnmente se piensa, los retinoides no sólo sirven para tratar arrugas. También pueden borrar manchas del rostro y prevenir el acné, pero sólo si se utilizan bien.

    Muchos cosméticos de uso casero contienen retinol en sus fórmulas pero en concentraciones bajas. Los retinoides de alta concentración deben ser recetados siempre por un dermatólogo, que preescribirá la cantidad que debe utilizarse. Ten en cuenta que el retinol vuelve la piel fotosensible por lo que se aconseja aplicarlo por la noche, nunca antes de la exposición solar.

  6. Detección temprana: cuando el acné se cronifica o es un síntoma de alergias, problemas hormonales, etc. puede llegar a dejar marcas permanentes si no se trata de forma temprana.

    Una vez que el acné está bajo control, los cuidados deben ser diarios para prevenir la aparición de nuevos brotes. «Hay que prevenir la formación de acné, y eso significa tratar la piel que es propensa a las espinillas incluso si no están presentes», advierte el dermatólogo Karyn Grossman.

  7. No sobretratar los problemas: el uso de demasiados productos para tratar el acné puede hacer que la piel se reseque e incluso que aparezcan quemaduras químicas. Para evitar que esto ocurra, siempre hay que utilizar la cantidad indicada en el envase y no excedernos en el número de aplicaciones diarias.

    Tampoco se deben aplicar demasiados productos porque la piel no alcanza a absorberlos todos.

  8. La importancia de relajarse: el estrés genera toda una serie de desórdenes que se reflejan en la piel: alergias, granos y sarpullidos. El ejercicio y la meditación también son importantes para tener una piel sana.
  9. Fotoprotección: el sol no seca los granos, por el contrario puede hacer que tu piel se inflame todavía más. Para ello utiliza cremas con un FPS 30 como mínimo y evita las exposiciones en las horas de más calor.
  10. Deja cicatrizar: las marcas del acné deben tratarse con el mayor cuidado. Lo mejor es usar cremas cicatrizantes con vitamina A, ácido salicílico y no exponerse al sol para no dejar marcas imborrables.

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