Según afirman los nutricionistas, el desayuno es la comida más importante del día. Por si no lo sabías, un buen desayuno debería proporcionarnos aproximadamente el 25% del aporte calórico diario.

Pero si bien los desayunos deben ser nutritivos, si estamos a dieta es necesario tener cuidado con ciertos alimentos ricos en grasas y azúcares simples. Deberías evitar o moderar el consumo de: bollería industrial, tortilla, mermeladas o dulces con azúcar agregada, frituras, panceta, tacos o mantequilla.

Si te gustan los revueltos o tienes como costumbre comer huevos al desayuno, procura no comer más de un huevo entero (puedes tomar varias claras de huevo si lo deseas).

Elige galletas integrales y a ser posible sin azúcares añadidos.

Por otra parte conviene reemplazar los lácteos enteros por lácteos desnatados o semi-desnatados.

El azúcar también debe ser sustituido preferiblemente por un edulcorante natural como la stevia, el sirope de agave o el sirope de arce.

Recuerda que privarse de estos alimentos no significa que no puedas comenzar el día con energía. Haz de tu desayuno un hábito saludable ya que es una buena forma de comenzar el día y el primer reto a cumplir para llevar una vida sana.