¿Te encantan los tatuajes y estás pensando en hacerte uno? Hacerse un tatuaje debe ser una decisión meditada. No sólo debemos tener en cuenta su permanencia a nivel estético, sino también los cuidados que necesita para mantenerse bonito a lo largo de los años.

El cuidado del tatuaje varía en función del lugar del cuerpo donde nos lo hagamos y de su tamaño. Cuanto más grande sea, requerirá más cuidados.

El primer paso para que un tatuaje sea estéticamente bonito, es obviamente acudir a un estudio de tatuajes profesional, donde además de cumplir con todas las medidas higiénico-sanitarias, nos informen sobre los cuidados que debemos seguir.

Una vez realizado el tatuaje, se cubre con un film que debe retirarse a las dos horas o una vez pasado el tiempo que el tatuador indique. La piel de la zona se debe mantener siempre muy limpia; la higiene es fundamental. Se recomienda lavar el área del tatuaje tres veces al día con jabón neutro, extender un poco de vaselina sólida para hidratar y volver a cubrir.

Es normal que debido a los procesos de cicatrización se forme una pequeña costra que tarda de 4 a 7 días en caer. También es habitual sentir picor los primeros días, pero no debemos rascarnos nunca ya que podríamos ocasionar una infección.

Los primeros días tampoco debemos exponernos al sol ni darnos baños de inmersión en la piscina o en la playa.

Si aparece algún tipo de sarpullido o enrojecimiento en la piel, es importante consultar el problema cuanto antes al profesional que te lo hizo o a un dermatólogo.

Si todo ha salido bien ¡ya puedes presumir de tu tatuaje! Pero recuerda que los cuidados no terminan aquí. Debes ser especialmente cuidadosa de no exponerlo al sol sin fotoprotección. Los tatuajes requieren de una pantalla solar de 90 y aún así, para mantener su color, lo más normal es que necesitemos retocarlos cada quince años.