Los aceites esenciales se obtienen de las hojas, flores, tallos, cortezas o semillas de la planta de la que se extraen, y poseen todas sus propiedades en concentraciones muy altas. Son antisépticos, relajantes, tonificantes o descongestivos.

Para aprovecharnos de las virtudes de los aceites esenciales basta con inhalar su aroma o aplicarlos directamente sobre la piel diluyéndolos antes en otro aceite vegetal.

Algunas veces, combinando dos o más aceites esenciales podemos potenciar sus propiedades terapéuticas, consiguiendo así que sean más beneficiosos que al aplicarlos por separado.

Existen muchos aceites esenciales con usos terapéuticos y cosméticos. Hoy te mencionaremos 5 aceites esenciales que no deberían faltar en tu hogar ya que nos sirven para prevenir o curar diferentes dolencias.

Aceite esencial de menta

Es estimulante y sirve para mejorar la concentración. Respirar sus vapores te servirá para aliviar el dolor de cabeza, También puedes usarlo diluido en otro aceite vegetal para aliviar el dolor muscular (tiene propiedades antiinflamatorias).

Aceite esencial de orégano

Muy valorado en cosmética por sus propiedades antifúngicas. Si tienes tendencia a sufrir brotes de acné puedes diluirlo en un poquito de agua y usarlo a modo de tónico facial.

Aceite esencial de limón

Su aroma es estimulante. Nos ayuda a concentrarnos y a mejorar el equilibrio emocional.

También es un maravilloso antiséptico y antifúngico natural. Puedes incorporarlo a tus productos de limpieza para ayudar a la desinfección del hogar aportando un aroma fresco.

Aceite de lavanda

Es antiséptico y analgésico. Por este motivo es utilizado desde tiempos remotos para favorecer la cicatrización y desinfección de las heridas o quemaduras. Otra de sus virtudes a tener en cuenta es que es sumamente relajante. Basta con añadir unas gotitas de este aceite a nuestra almohada para gozar de un sueño placentero.

Aceite de árbol de té

Antiséptico, bactericida, antiinflamatorio y antiviral. Es un sebo-regulador natural que nos ayuda a controlar las secrecciones de las glándulas sebáceas. Agregando unas gotitas de este aceite a nuestro champú mantendremos a raya el exceso de sebo en el cuero cabelludo. Otro de sus usos más populares es como loción natural para combatir los piojos.