Al igual que sucede con otros aspectos, el esmalte de nuestros dientes también se deteriora si no los cuidamos de forma adecuada. La nicotina, el café o una mala higiene dental son algunas de las causas que provocan que nuestros dientes se vuelvan amarillos. ¿Quieres conservar la luz de tu sonrisa? Si es así, continúa leyendo este artículo y presta atención a los consejos que te daremos.

Dientes amarillos: causas y tratamientos.

La higiene dental es muy importante para conservar el esmalte y prevenir la aparición de caries. Pero, aunque nos cepillemos los dientes varias veces al día estos pueden volverse amarillos por otras causas: tabaquismo, alimentos y bebidas ácidas o incluso la ingesta de cierto tipo de medicamentos.

Casi siempre el color amarillo en los dientes se debe a:

  1. La edad: es normal que con el paso de los años los dientes vayan perdiendo su color blanco. Aún así, no hay duda de que algunas personas mayores pueden presumir de una dentadura envidiable; y es que, si cuidamos nuestros dientes siguiendo una buena higiene dental y acudimos con regularidad al dentista, evitaremos que se deterioren de forma prematura. Recuerda que no se trata sólo de una cuestión estética sino también de salud ¡cuida tu dentadura!
  2. Una dieta ácida: es una de las causas principales de que el esmalte dental se desgaste. Modera el consumo de alimentos con mucha cantidad de azúcar (chocolate, caramelos, gominolas o refrescos azucarados). El ácido que tienen algunas frutas como la naranja, el pomelo o las mandarinas, también puede perjudicar el esmalte. Otra causa que contribuye a que los dientes se amarilleen es la cafeína. Las personas que toman mucho café tienden a tener los dientes más amarillos que quienes no consumen este tipo de bebidas.
  3. Tabaquismo: el tabaco no sólo perjudica la salud de nuestro organismo y nos predispone a gran cantidad de enfermedades, también es el mayor enemigo de la salud dental. Además, una dentadura amarilla por el tabaquismo puede derivar con los años en una de color negro. Trata de hacer todo lo posible por abandonar este hábito.
  4. Mala higiene dental: aunque te laves los dientes varias veces al día, es posible que no lo hagas de forma correcta o con la frecuencia necesaria. Si tus dientes ya han comenzado a amarillearse, convendría utilizar una pasta dentífrica con pigmentos blanqueantes y realizar un cepillado siempre después de comer o beber algo con azúcar. No te olvides del hilo dental para eliminar los restos de alimentos que pueden quedar entre tus dientes. Por último, realiza un enjuague con algún colutorio para terminar la limpieza y evitar la formación de placa bacteriana.

    Recuerda que es mejor que te cepilles justo después de comer para impedir que las bacterias empiecen a actuar. Tu higiene debe ser más completa y cuidada aún si llevas aparato dental o braquets.

  5. Traumatismos o enfermedades: si has sufrido un traumatismo o golpe en un diente, casi siempre esa pieza es más propensa a perder su tonalidad blanca (si es tu caso, coméntaselo a tu dentista). Algunos tratamientos como la quimioterapia o la radioterapia también pueden producir un deterioro en el esmalte. Para estos casos existen tratamientos blanqueadores que mejoran el aspecto de tu sonrisa.
  6. Algunos medicamentos: antibióticos como la tetraciclina y la doxicilina pueden provocar manchas en los dientes. También es importante evitar el exceso de flúor.

Remedios caseros para blanquear los dientes amarillos

A continuación te daremos una serie de remedios caseros para conseguir una tonalidad más blanca en tus dientes. Estas soluciones en ningún caso pueden servir para sustituir el diagnóstico y tratamiento recomendado por un dentista. Tampoco es aconsejable que utilicemos estos remedios durante un período de tiempo prolongado ya que a la larga pueden deteriorar aún más el esmalte dental. ¡Úsalos con cuidado!

  • Bicarbonato de sodio: es conocido por ser una de las opciones más eficaces para blanquear los dientes amarillos. Sólo tienes que añadir un poco de bicarbonato a tu cepillo de dientes húmedo y luego cepillarte los dientes (asegúrate de que no esté muy seco ya que podrías rallar el esmalte). Utiliza este remedio tres veces por semana.
  • Fresas: son ricas en vitamina C y nos ayudan también a blanquear los dientes. Tritura algunas fresas y extiende su pulpa sobre los dientes. Deja que repose de 3 a 5 minutos y enjuaga bien la boca.
  • Peróxido de hidrógeno: debido a sus propiedades blanqueadoras muy leves, se puede poner en los dientes tópicamente para ayudar a eliminar las manchas. Crea una mezcla 30/60 de peróxido de hidrógeno y agua. Úsalo como un enjuague durante 60 segundos y luego escupe.
  • Cáscara de plátano: la superficie arenosa de la cáscara del plátano es rica en magnesio y potasio. Además, ayuda a eliminar algunas manchas del esmalte. Frota la superficie de tus dientes con la parte interior de la cáscara de un plátano maduro. Cuando hayas terminado, enjuaga la boca y lava los dientes como de costumbre.