Después de un accidente (traumatismo, quemadura, etc.) pueden quedar cicatrices en la piel que, dependiendo de su gravedad, podrían ser pasajeras o permanentes.

Su aspecto dependerá en gran medida de los cuidados que hayamos seguido durante el proceso de cicatrización: desinfectar las heridas, no rascar las costras, vigilar nuestra alimentación o evitar las exposiciones solares.

Una vez que la piel haya comenzado a regenerarse, podemos aplicar cremas específicas (de venta en farmacias) para mejorar la apariencia de las cicatrices.

Existen también tratamientos estéticos que cumplen esta finalidad; desde el láser a los peeling químicos o la dermoabrasión. Pero debes tener en cuenta que la cicatrización de las heridas profundas dura aproximadamente un año y hasta que transcurra el tiempo necesario, no se deben emplear procedimientos (invasivos o no invasivos) que alteren el proceso curativo.

Aclarado este aspecto, para cuidar nuestras cicatrices mientras los tejidos aún se están regenerando, podemos recurrir a las lociones y cremas de uso tópico.

Además de aquellas producidas en laboratorios farmacéuticos, existen también alternativas naturales: hierbas y aceites con propiedades regeneradoras y desinfectantes que ayudan en los procesos de cicatrización de la piel.

Te recomendamos especialmente el uso de:

  • Aceite de rosa mosqueta: de venta en herbolarios y parafarmacias. Es conocido desde tiempos remotos por su capacidad de regenerar los tejidos dañados. Tiene propiedades antisépticas, hidratantes, regeneradoras y calmantes. Masajea la cicatriz dos veces al día (mañana y noche) con un poquito de este aceite y en un par de meses notarás los resultados.
  • Aloe vera: su pulpa es eficaz para prevenir infecciones de la piel y estimular la regeneración de los tejidos dañados. Puedes extraer su gel de una penca fresca y aplicarlo directamente sobre la cicatriz o preparar una crema casera de aloe vera y usarla las veces que quieras.
  • Manteca de karité: repara e hidrata la piel en profundidad, mejorando la apariencia de las cicatrices. Asegúrate de que el producto sea orgánico y natural para aprovecharte de todas sus virtudes.
  • Mantequilla clarificada o Ghee: conocida en la medicina ayurvédica por sus propiedades antioxidantes, bactericidas y antiinflamatorias. Además tiene una densidad molecular similar a la de la piel y se absorbe fácilmente a través de los poros reparando el tejido cutáneo dañado.
  • Cremas de baba de caracol: también son reconocidas por sus propiedades dermatológicas, en especial para tratar manchas y cicatrices de la piel.

¿Te han gustado estos consejos? Recuerda que cuando las cicatrices son graves y recientes siempre debes pedir consejo médico antes de aplicar cualquier crema o preparado.