La miel es uno de los ingredientes más valorados en cosmética natural. Tiene propiedades bactericidas, cicatrizantes, estimula la regeneración celular y además nos aporta gran cantidad de nutrientes indispensables para el cuidado de la piel.

¿Quieres saber cómo tener un cutis luminoso y lleno de vida usando miel y otros ingredientes naturales? Hoy os traemos una receta fantástica, una mascarilla casera de miel para nutrir la piel en profundidad y devolverle su aspecto lozano.

Para preparla sólo necesitas:

Preparación: Toma en un vaso una cantidad pequeña de agua (aproximadamente el culo de un vaso para que la infusión sea muy concentrada) y ponla a hervir. Una vez que hierva, retírala del fuego y añade una cucharada de manzanilla seca. Tapa y deja que repose unos minutos. Cuando esté fría, cuela el líquido resultante.

Colocaremos la infusión de manzanilla en un recipiente y agregaremos la cucharada de miel, removiendo con una cuchara hasta que se disuelva.

A continuación, añadiremos a nuestra mezcla una cucharada sopera de arcilla verde. No dejes de remover hasta obtener una pasta homogénea y de textura cremosa.

Una vez hecho esto, incorporaremos los aceites a nuestra mascarilla. En primer lugar, añadiremos una cucharada sopera de aceite vegetal de rosa mosqueta. Continuamos removiendo y finalmente agregaremos las cinco gotitas de aceite esencial de lavanda.

¿Cómo aplicarnos la mascarilla?

Para que nuestra mascarilla casera de miel actúe, es sumamente importante que nuestra piel esté libre de suciedad e impurezas. Lava antes tu rostro con una loción limpiadora y abundante agua. También puedes colocar una toalla caliente sobre tu cara con el fin de abrir bien los poros.

Después, aplica la mascarilla sobre rostro y cuello y deja que actúe 20 minutos (es conveniente recostarse y rejarse). Pasado este tiempo, retira todos los restos con ayuda de una esponjita vegetal y abundante agua tibia.

Finaliza el tratamiento rociando tu rostro con un hidrolato natural y aplicando una crema reparadora. El resultado será una piel hidratada y tersa.