El rizador de pestañas es uno de esos accesorios que nunca debe faltar en nuestro neceser de maquillaje. Aún así la mayoría de nosotras no lo empleamos a diario sino de forma ocasional ya que abusar de él y más aún, darle un mal uso, puede dañar tus pestañas.

rizador de pestañas

Uno de los errores más comunes es usar el rizador de pestañas después de la máscara. Nunca debe hacerse ya que las pestañas se vuelven rígidas después de aplicar el rímmel y pueden partirse si utilizas después el rizador.

Algunas mujeres utilizan también el rizador de pestañas en caliente para potenciar sus efectos. Consiste en aplicar un poco de aire caliente con el secador de pelo sobre la parte prensible del rizador y usarlo inmediatamente después. No te recomendamos recurrir a este truco, primero porque puedes excederte sin querer en la temperatura y dañar tus pestañas y, además, porque si el rizador tiene partes de goma o de plástico pueden fundirse al acercarlas a una fuente directa de calor.

Limpia siempre tu rizador de pestañas después de usarlo, con un algodón y un poquito de tónico facial. Al hacerlo, revisa siempre que esté en buen estado, que cierre bien y no tenga ninguna parte afilada. Esto podría romper tus pestañas o marcarlas de un modo inadecuado.

Y por último, aunque resulte obvio decirlo, no hagas excesiva presión con el rizador ni tires de las pestañas mientras presionas, esto no hará que se vean más largas, al contrario… podrías arrancártelas.