¿Te gustaría lucir unos labios seductores y bien maquillados durante todo el día? A menudo cometemos estos cuatro errores que nos impiden lograr un buen resultado final con nuestro maquillaje de labios. ¡Comienza ya a evitarlos y conquista al mundo con tu sonrisa!
No hidratar antes de aplicar el color
Antes de pintarte los labios debes aplicar siempre un bálsamo hidratante para suavizarlos y conseguir así que el color se reparta de manera uniforme. Incluso tienes a tu disposición productos específicos que sirven de pre-base para que tu pintalabios luzca con un color más intenso y vibrante.
Utilizar un perfilador de cualquier color
Para dibujar el contorno de tu boca y que el color no sobrepase los márgenes, puedes emplear un perfilador de labios. Para muchos maquilladores, el perfilador es un utensilio imprescindible y muy versátil ya que incluso permite corregir pequeños defectos y asimetrías en la forma de la boca. Eso sí, el buen resultado depende de una regla inviolable: tiene que ser del mismo color que el labial que elijas.
No retirar el exceso de producto
Las barras de labios están fabricadas con ceramidas, aceites y sustancias muy emolientes. Si nos excedemos sólo un poco con el producto, corremos el riesgo de que se corra o manche nuestros dientes. Para evitarlo, aprieta un papel tissue entre los labios al finalizar y retira los excesos de maquillaje en tu boca.
No retocar el color
A lo largo del día hablamos, comemos, besamos, bebemos… Los roces continuados con nuestros labios hacen que el maquillaje se desvanezca hasta verse casi imperceptible. Una opción es optar por los labiales de larga duración, pero aunque ofrecen mayor fijación y cobertura, lo más seguro es que después de muchas horas de maquillarnos necesitemos hacernos algún retoque. Lleva siempre contigo tu barra de labios para retocar el color cuando lo necesites.
¿Qué te han parecido estos consejos?