5 beneficios del agua de cebada para la salud.

El agua de cebada es una bebida refrescante típica de la gastronomía de algunas regiones de España y de Centroamérica. Si vives en Alicante, Murcia o cualquier rincón de la Comunidad Valenciana, es posible que la hayas probado ya en más de una ocasión. También se bebe en Costa Rica (donde recibe el nombre de maximalta), en Perú, México o Gran Bretaña.


¿Cómo se prepara el agua de cebada?

El agua de cebada se prepara como una infusión de granos de cebada (Hordeum vulgare) a fuego lento durante casi tres cuartos de hora. El agua obtenida se suele colar y endulzar con panela, azúcar o miel. También se le puede añadir un poquito de limón para aromatizarla. La mayoría de las veces se desecha el grano de la cebada y se bebe solamente el agua obtenida. Otras veces se mantiene dentro de la bebida y esto aumenta el valor energético de la misma, aunque también supone un aporte extra de fibra.

Receta fácil para hacer agua de cebada en casa.

Ingredientes:

  • 3/4 taza de cebada en grano
  • 2 limones
  • 1/4 taza de miel o endulzante al gusto
  • 6 vasos de agua

Preparación:

  1. Enjuaga la cebada con un buen chorro de agua fría.
  2. Colócala en una olla y añade seis vasos de agua y las cáscaras de limón.
  3. Una vez que empiece a hervir, baja el fuego y deja que se cocine lentamente unos 30 minutos.
  4. Pasado ese tiempo, cuela el agua resultante e introdúcela en una jarra de cristal. Espera a que se enfríe en la nevera y endúlzala a tu gusto. Puedes añadirle cubitos de hielo si lo deseas.
  5. Reserva los granos de cebada para otras comidas. Puedes añadirlos al yogur, sopas o ensaladas.

El agua de cebada (sin el grano) es una bebida baja en calorías, pero pierde las propiedades que le aporta la fibra. Otra posibilidad es tomarlo todo junto. En este caso, se aconseja un consumo moderado en el marco de una alimentación sana y equilibrada.

Valor nutricional del agua de cebada

La cebada es uno de los cereales más antiguos que se conocen. Es originaria del África Nororiental y de Asia Occidental, aunque en la actualidad de cultiva y se consume casi en todos los lugares del mundo. Se puede plantar en terrenos poco fértiles y a diferentes alturas, sobre todo en los meses de otoño y primavera.

Durante miles de años este cereal se utilizó para hacer pan, luego fue sustituido por el trigo. También es muy popular debido a que se utiliza en la fabricación de bebidas alcohólicas como la cerveza o el whisky. También es un ingrediente tradicional en recetas de lo más variado: sopas, guisos, ensaladas… Podemos tomarla al desayuno mezclada con yogur o leche como cualquier otro cereal, o en la popular agua de cebada.

Según datos del U.S. Deparment of Agriculture, este cereal es una buena fuente de vitaminas del grupo B, vitamina K y ácido fólico. Además, nos aporta minerales esenciales para la salud como el potasio, calcio y fósforo. Aunque su mayor riqueza se debe a su contenido en oligoelementos como el cobre, el zinc o el selenio (uno de los antioxidantes más poderosos que podemos incorporar en nuestra dieta). ¿Pero qué efectos tienen todos estos nutrientes en nuestra salud?

Beneficios del agua de cebada para la salud

En el siglo XVIII se pensaba que el agua de cebada podía curar la tuberculosis y las afecciones intestinales. Hoy sabemos que no es un remedio milagroso, pero sí tiene muchas virtudes saludables que no debemos pasar por alto.

Ayuda a reducir los niveles de colesterol en sangre.

La cebada es rica en betaglucanos, un tipo de fibra soluble presente en algunos cereales (sobre todo en la cebada y en la avena) que tiene propiedades saludables muy interesantes. Un estudio realizado por el St. Michael’s Hospital encontró que el consumo regular de cebada se traduce en una reducción tanto el nivel de colesterol LDL como de HDL de hasta el 7%.

Favorece los procesos digestivos.

El agua de cebada mejora la digestión gracias a su alto contenido en fibra soluble que mejora el tránsito del bolo alimenticio y de los residuos no digeridos a lo largo del tracto gastrointestinal. ¡Pero cuidado! Este componente puede ser también el responsable de algunos malestares digestivos si nos excedemos en el consumo de cebada. Una cantidad demasiado alta de fibra en nuestra dieta puede causar flatulencias o hinchazón abdominal, lo mejor es tomarla en su justa medida.

Es apta para diabéticos.

Según apuntan varias investigaciones científicas, la cebada ayudaría a regular los niveles de glucosa en sangre. Esto es posible gracias a la acción de los betaglucanos, que incluso en bajas concentraciones, reducen hasta en un 50% el nivel de glucosa en la sangre, la llamada glucemia.

Ayuda a prevenir la arterioesclerosis.

La niacina y la vitamina B3 son dos nutrientes abundantes en el agua de cebada. Además contiene manganeso, otro componente indispensable para el mantenimiento de nuestros huesos y articulaciones.

Desintoxica el organismo.

Por si fuera poco, el agua de cebada tiene propiedades antioxidantes y es diurética por lo que también nos ayuda a expulsar las toxinas y sustancias de desecho del cuerpo.

Cuidado si eres celíaca.

El agua de cebada contiene gluten por lo que su consumo está contraindicado en aquellas personas que padecen celiaquía. Si tienes cualquier duda sobre esta bebida y otras similares, es conveniente consultarlo con un nutricionista o profesional de la salud.

Si te ha resultado interesante esta información ¡ayúdanos a compartirla! Cuéntanos cómo se prepara el agua de cebada en tu país para que conozcamos la receta.

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