Afortunadamente, terminó esa época en la que pensábamos que entrenar en el gimnasio es cosa de hombres. Las mujeres también se preocupan por su físico y saben que las rutinas de fitness son el secreto para tener un cuerpo tonificado y con curvas.


Aún así, todavía existen muchos mitos infundados que nos lleva a entrenar de forma poco eficiente por lo que a veces, lejos de lograr los objetivos que nos marcamos, pueden hacer incluso que subamos más de peso o perdamos tono muscular.

Miedo a volverse excesivamente musculosa.

Necesitas pesos más altos. Tus músculos no crecerán si haces sentadillas con dos mancuernas a cada lado que pesan poco más que tu teléfono móvil. Da la bienvenida a pesas más grandes de 5, 10 y 15 kilos. No uses pesos tan livianos que te permitan llegar a las 30 repeticiones.

Sobre todo, no tengas miedo a ponerte excesivamente musculosa ya que esto no pasará. En los hombres la testosterona es un factor clave para el crecimiento muscular, pero las mujeres tenemos niveles muy bajos de esta hormona por lo que de forma natural, nuestros músculos nunca llegarán a crecer como los de un hombre.

Demasiado ejercicio aeróbico.

Muchas mujeres todavía cargan con el mito de que cuanto más ejercicio aeróbico hagan, mejor se verán sus cuerpos. Lo cierto es que el ejercicio aeróbico tiene muchos beneficios pero si se practica en exceso, es lo peor que hay. Cuando quemamos calorías, nuestro metabolismo recurre en primer lugar a las reservas de glucosa pero cuando estas se agotan, entra en un estado de catabolismo en el cual destruye las células grasas y las proteínas del músculo para obtener más energía.

Los fisicoculturistas siguen rutinas muy específicas para evitar que esto suceda (entrenamientos de intervalos por cada grupo muscular, una dieta hipercalórica y descanso). Pero si sólo hacemos cardio sin más pronto notaremos las consecuencias: una pérdida acelerada de masa muscular. Además, aunque sea difícil de creer, las personas que abusan del ejercicio aeróbico suelen tener un porcentaje más elevado de grasa corporal. Esto se debe a que el metabolismo está habituado a estar bajo mínimos y aprovecha al máximo las calorías de cada alimento que se consume convirtiéndolo en reservas grasas que utilizará después como fuente de energía.

No variar las rutinas.

Los músculos se acostumbran a trabajar siempre bajo los mismos estímulos. Por eso, los entrenadores de fitness insisten en la importancia de variar la rutina cada 4-6 semanas.

Puedes variar el tipo de ejercicios, las cargas o el número de repeticiones. Déjate guiar por los consejos de tu entrenador para sacar el mayor rendimiento a tu esfuerzo en el gimnasio.

No comer lo suficiente.

La nutrición es clave para lograr tus objetivos: ya sea ganar músculo, perder grasa o recuperarte antes del desgaste físico tras el entrenamiento.

Lo ideal es hacer una comida que contenga proteínas e hidratos de carbono después de la sesión con pesas. La insulina se encarga de almacenar los carbohidratos en forma de grasa o de llevarlos directamente al músculo y, si hemos realizado ejercicios de musculación, no vamos a engordar sino aumentar la musculatura.

Dos horas antes del entrenamiento también debemos hacer una comida liviana con hidratos de carbono y proteínas para mejorar nuestro rendimiento durante la actividad deportiva.

Abusar de los batidos.

Los batidos son geniales para reponer fuerzas tras una dura jornada de entrenamiento en el gimnasio. El problema es que muchas veces abusamos de estos preparados sin tomar en cuenta los beneficios que nos aporta el hecho de comer alimentos sólidos. Un licuado de frutas puede llevar muchas más piezas de fruta que las que solemos comer por separado, pero casi no proporciona sensación de saciedad. Por otra parte, desechamos la pulpa de la fruta que es donde se encuentra la mayor cantidad de fibra alimentaria.

En definitiva, estos batidos son muy saludables para fortalecer el sistema inmune o reestablecer los minerales y electrolitos que agotamos al hacer ejercicio, pero tampoco podemos tomarlos a todas horas como si fueran agua o infusiones.

¿Qué te parecen estos consejos? ¿Añadirías alguna recomendación más a esta lista?