limpieza facial
La limpieza facial es una rutina de belleza indispensable para mantener una piel joven y libre de imperfecciones. Sin embargo muchas veces empleamos productos inadecuados o abusamos de ciertos hábitos que con el tiempo agreden la epidermis.


Estos son algunos de los errores que cometemos con frecuencia al limpiar la piel. Tal vez te sorprenda descubrir que tú también tienes por costumbre realizar de forma incorrecta alguno de estos pasos.

Si no me maquillo, no limpio mi piel

Aunque no te hayas maquillado y sientas realmente que tu cutis está limpio, la piel siempre acumula células muertas, bacterias y polución. Lo que sucede es que no nos percatamos de esta suciedad hasta que se forman espinillas y puntos negros.

No esperes a que esto suceda y limpia tu cutis diariamente para evitar que se acumulen impurezas. ¡Deja que tu piel respire!

Abusar de la limpieza facial

Si bien es necesario limpiar la piel diariamente, tampoco conviene abusar. Lo recomendable es hacerlo dos veces al día como máximo: al despertar y antes de ir a dormir.

Las personas con la piel excesivamente grasa piensan a menudo que lavando el rostro varias veces al día conseguirán controlar el exceso de grasitud. Lo que sucede es que casi siempre se produce el efecto contrario, es decir, las glándulas sebáceas reaccionan sobreestimulando la producción de sebo. Por lo tanto, la solución no está en extremar los cuidados de higiene facial sino en dar con los productos adecuados para nuestro tipo de piel.

Utilizar agua caliente

El agua demasiado caliente hace que los vasos sanguíneos de la cara se dilaten. Si tienes la piel muy fina o cuperosis, pueden aparecer rojeces o arañas vasculares.

No olvides que una cuperosis mal cuidada puede convertirse con el paso del tiempo en rosácea. Lavando tu rostro con agua tibia te ahorrarás esta agresión diaria a tu piel.

Utilizar el producto equivocado

Cada tipo de piel tiene necesidades específicas y los cosméticos destinados a la higiene facial deben elegirse teniendo en cuenta este aspecto. Si por ejemplo tu piel es grasa, debes huir de las cremas limpiadoras con fórmulas oleosas, pero si es seca o sensible tal vez los jabones faciales la irriten en exceso.

Si después de aplicar un producto notas que tu piel está tirante o enrojecida, tal vez no sea el indicado para tu tipo de piel.

Demasiadas exfoliaciones

Exfoliar la piel es una práctica muy saludable ya que elimina el exceso de células muertas, favorece la regeneración del tejido epidérmico y facilita la oxigenación a nivel celular. Sin embargo tampoco conviene abusar de este tipo de productos. Los dermatólogos recomiendan realizar como máximo dos exfoliaciones semanales (en el caso de pieles grasas con demasiadas impurezas). La piel seca, envejecida o sensible debe exfoliarse siempre con productos suaves y un máximo de una vez a la semana.