* Buenos hábitos en la mesa: conviene que te hagas a la idea de elaborar un horario para tus comidas. No te saltes ninguna de las principales del día. Mastica despacio cada bocado y bebe un vaso de agua veinte minutos antes de sentarte a la mesa, de este modo conseguirás frenar el apetito y la ansiedad por comer más de la cuenta.
* Alimentos trampa: por lo general, tendemos a pensar que las verduras por su bajo aporte calórico pueden ayudarnos a combatir la sensación de pesadez. Sin embargo, algunas de ellas como la coliflor, las coles de bruselas, el pimiento, el maíz, las legumbres o la cebolla cruda, hacen que las digestiones se vuelvan más lentas y acumulemos gases.
* Productos desnatados e integrales: serán tus mejores aliados para mantenerte en tu línea sin grandes variaciones en tus platos.
* Apúntate a las tisanas diuréticas: las infusiones (en especial las de té de menta) son muy beneficiosas para eliminar toxinas y combatir la retención de líquidos. Para aprovecharte mejor de sus virtudes, tómatelas fuera de las comidas acompañadas de un edulcorante bajo en calorías.
* No te olvides de tonificar: no basta con quemar grasa. Si quieres lucir un vientre firme, deberás fortalecer tus músculos abdominales. Empieza a hacerlo con algo tan sencillo como cuidar tu postura a la hora de sentarte. Los ejercicios abdominales, el pilates o el yoga te ayudarán a mantener la flexibilidad corporal y a endurecer la musculatura de la zona.