El embarazo no es una condición incapacitante. Hace algunos años se pensaba que las mujeres embarazadas debían llevar una vida sedentaria; hoy la ciencia desmiente estas creencias y las investigaciones actuales identifican el ejercicio físico como un factor importante para un embarazo saludable (previene el sobrepeso, la diabetes y la hipertensión). Con todo, no podemos ignorar que nuestro cuerpo atraviesa por una serie de cambios físicos y un estilo de vida malsano podría poner en riesgo la salud del feto. Si estás embarazada o si planeas quedarte embarazada debes conocer cuáles son los hábitos perjudiciales y actividades que deben evitarse durante el embarazo. Este artículo te resumimos algunas de las más importantes.

Fumar y beber alcohol.

No es un secreto que evitar el consumo de tabaco y de alcohol son las primeras advertencias que nos hace nuestro médico al saber que estamos embarazadas.

La nicotina es absorbida por el feto a través de la placenta. Las mujeres fumadoras tienen más riesgo de un parto prematuro y muchas veces sus bebés tienen un bajo peso al nacer.

En cuanto al alcohol, al ser ingerido llega directamente al torrente sanguíneo del feto, lo cual puede causar daños irreversibles al cerebro y al sistema nervioso.

Esta es la razón de que estos dos hábitos estén prohibidos durante el embarazo.

Deportes de alto impacto

El aumento en el ritmo cardíaco, la respiración profunda y la temperatura corporal que se produce durante los deportes de alto impacto puede afectar al feto. Además, la presión sobre la espalda baja, el abdomen y los senos podría causar complicaciones como la aparición de hemorragias, parto prematuro y ruptura de las membranas. Por este motivo es mejor evitar los deportes de alto impacto durante el embarazo.

Realizar trabajos de riesgo.

Trabajos que implican la exposición a sustancias tóxicas (pesticidas, químicos industriales, productos de limpieza), que involucran un riesgo a sufrir lesiones como golpes y caídas, que ponen en contacto a la madre con microorganismos causantes de infecciones (trabajos de enfermería o laboratorio) o que someten a una fatiga excesiva, también deben evitarse durante el embarazo.

En estos casos tienes la posibilidad de pedir una baja por riesgo en el embarazo (derecho reconocido en la Ley de Prevención de Riesgos Laborales). Necesitarás un informe médico de tu ginecólogo en el que desaconseje la realización de la actividad laboral por ser insegura para tu salud de la de tu futuro bebé.

Exponerse al sol por periodos largos de tiempo.

Si antes de estar embarazada era ya un hábito poco saludable, ahora es todavía más perjudicial. La exposición excesiva al sol puede provocar deshidratación y fatiga, además de disminuir la cantidad de oxígeno disponible para el bebé si  viene acompañada de altas temperaturas. Evita las horas punta del mediodía y sal a pasear a primera hora de la mañana o al atardecer, cuando la acción de los rayos ultravioleta es más débil.

Tomar medicamentos por tu cuenta.

No lo hagas nunca. Algunos fármacos pueden estar contraindicados durante el embarazo porque dañan el desarrollo del feto o causan complicaciones en el parto. El médico es el único que puede decidir qué medicamentos son seguros para la embarazada y en qué dosis.

Practicar sexo sin protección.

El sexo sin protección implica un riesgo a contraer enfermedades de transmisión sexual (ETS). Además, es posible que la embarazada desarrolle infecciones bacterianas o virus que llevarán a complicaciones durante el embarazo. Por estas razones, se aconseja a las parejas que están esperando un bebé que utilicen métodos anticonceptivos barrera como el preservativo.

Espero que estos consejos te parezcan de utilidad.