¿Es posible bajar de peso sin hacer casi ejercicio cardiovascular? Aunque te cueste creerlo, no sólo es posible sino que además es muy efectivo. Todo consiste en incrementar el gasto calórico. Si el ejercicio cardiovascular te resulta monótono y aburrido, existen otros caminos para alcanzar tu objetivo de perder un par de tallas.


Cuando hablamos de quemar calorías, debemos tener cuenta que el consumo energético no sólo se produce en el momento en el que realizamos ejercicio, que es el que vemos reflejado en los pulsómetros de las máquinas de gimnasio. Una vez que finalizamos nuestras sesiones, el cuerpo continúa consumiendo energía (es lo que se llama consumo calórico post-ejercicio).

Bien es cierto que las rutinas cardiovasculares involucran una quema considerable de calorías mientras dura el ejercicio; sin embargo no provocan un coste metabólico muy elevado. En cambio los entrenamientos de alta intensidad (ejercicios de potencia y musculación) resultan más eficaces a mediano y largo plazo ¿por qué? pues porque, pese a no consumir demasiadas calorías, suponen un elevado coste metabólico. El cuerpo invierte mucha energía para reponerse de las micro-roturas fibrilares que se producen cuando nos ejercitamos para llegar a la hipertrofia. Lo ideal, de todos modos, es combinar ambos tipos de entrenamiento con periodos de descanso y una alimentación completa, sana y equilibrada.

¿Y funcionan los quemagrasas?

Te recomendamos ser extremadamente cuidadosa con cualquier tipo de pastilla o suplemento sin haberlo consultado antes con tu médico. Lo cierto es que los quemagrasas son una ayuda pero no funcionan por sí solos.

Actúan como estimulantes, acelerando nuestro metabolismo basal, acelerando la quema de calorías. Un ejemplo de estos estimulantes que consumimos en nuestra vida cotidiana son la cafeína o la teína. Tomar un café o bebida energética antes de entrenar es una opción muy interesante. Evita tomarlos sin embargo a última hora del día pues podrían impedirte conciliar el sueño.

Cada persona tiene una sensibilidad diferente a los excitantes. Muchos notan sus efectos energizantes pero otros se sienten sobresaltados y con cierta dosis de nerviosismo por lo que se desajonseja su uso en personas que sufren de estrés. Tampoco deben consumirse por un largo periodo de tiempo ya que crean dependencia. Puedes tomarlos durante algunas semanas y luego descansar.

Prendas que hacen sudar

Alguna gente utiliza prendas poco transpirables para practicar ejercicio: plásticos, neopreno, etc. Al igual que las saunas, provocan una pérdida de peso.

Todos hemos notado que después de sudar en exceso pesamos uno o dos kilos menos. Pero no nos engañemos, el peso que se pierde es líquido y no grasa, por lo que una vez que nos volvamos a hidratar, el cuerpo recuperará el peso eliminado por el sudor. Además, al sudar eliminamos gran cantidad de sales y minerales necesarios para la contracción muscular. Cuando estamos deshidratadas somos más propensas a sufrir contracturas y calambres. La sensación de fatiga también aparecerá mucho antes afectando a nuestro rendimiento deportivo. Por estos motivos no es nada aconsejable hacer ejercicio con este tipo de prendas. ¡No te dejes llevar por publicidades engañosas!

Rutinas bien enfocadas

Un programa de musculación bien planteado tiene como objetivo aumentar la masa muscular y convertir a los músculos en auténticos motores quemagrasa de nuestro cuerpo. El elevado coste metabólico que conlleva mantener la musculatura hará que a mediano y largo plazo alcancemos nuestro objetivo de conseguir un peso saludable y una figura esbelta. Además, el mismo hecho de notar que vamos ganando fuerza nos mantiene motivadas.

Lo ideal es comenzar trabajando dos o tres músculos por sesión y entrenar cuatro días por semana. El aumento de masa muscular tardará un tiempo en notarse pero el coste metabólico se dispara las cuatro primeras semanas.

Si estás iniciándote en el mundo del deporte o tienes una baja condición física, lo mejor contar con la ayuda de un entrenador personal que diseñe un programa adaptado a tus necesidades. Comenzaremos con cargas bajas a moderadas y elevadas repeticiones para ir ganando fuerza y aptitud física. Después incrementaremos la intensidad, aumentando las cargas y reduciendo el número de repeticiones.

Tu circuito debería durar al menos 30 minutos, dedicando 30-40 segundos a cada ejercicio. Intenta alternar ejercicios diferentes, unos del tren superior y otros del tren superior para evitar la fatiga y el cansancio.

Otro aspecto a tener en cuenta es que este tipo de entrenamientos requieren ir acompañados de una alimentación sana y equilibrada pero no debes seguir una dieta baja en calorías ya que se necesita un alto aporte energético para lograr el crecimiento muscular.

Aprovecha el final de tu entrenamiento para realizar algo de ejercicio cardiovascular. Durante los ejercicios de carga, el organismo obtiene la energía casi exclusivamente a través de la degradación de las reservas de glucógeno muscular, de esta forma, en el trabajo cardiovascular que posteriormente realizaremos las reservas de glucógeno estarán parcialmente degradadas y el organismo accederá a los depósitos de grasa de forma más rápida para la obtención de energía.

¿Te han gustado estos consejos? Te recomendamos leer el artículo «Rutina de pesas para chicas principiantes» donde puedes encontrar más información útil sobre este tema.