aguas de frutas

Las aguas de frutas son una de las formas más deliciosas y saludables de refrescar nuestro cuerpo en verano. Nos aportan vitaminas, minerales y fibra, siendo una buena alternativa a los refrescos industriales y otras bebidas azucaradas.


Puedes emplear diferentes frutas para saborizar el agua: manzanas, limones, mandarinas, pomelos, fresas, arándanos… Luego, adereza tus recetas con un toque de especias o hierbas aromáticas como menta, albahaca, canela, eneldo, jengibre o anís estrellado. Así conseguirás que tu bebida sea más saciante y te sirva para controlar el apetito entre horas.

Beneficios de beber aguas de frutas:

  • Nos aportan vitaminas y minerales que refuerzan nuestro sistema inmunológico.
  • Ayudan a combatir la deshidratación en verano sin necesidad de recurrir a bebidas industriales y poco saludables.
  • Previenen el estreñimiento y los problemas digestivos.
  • Son saciantes y disminuyen el apetito entre horas.
  • Cuidan de la salud de nuestros huesos y articulaciones.
  • Son energizantes y favorecen la concentración en los estudios o el trabajo.

¡Apúntate estas deliciosas recetas de aguas de frutas!

Agua con frutos rojos

Los frutos rojos contienen flavonoides y antioxidantes. También son ricos en antocianos, unos pigmentos que nos protegen frente a los radicales libres.

Ingredientes:

  • Medio limón
  • Media taza de moras (50 gramos)
  • Media taza de frambuesas (50 gramos)
  • Dos vasos de agua (500 ml.)

Preparación:

Parte los frutos rojos a la mitad y agrega el zumo de la mitad de un limón y medio litro de agua. Guarda el agua en el refrigerador y espera a que macere durante la noche para que coja sabor. Puedes añadirle cubitos de hielo a la hora de servir.

Agua con cítricos

Rica en vitamina C y energizante. ¡La bebida más saludable del verano!

Ingredientes:

  • Un litro de agua
  • 100 ml. de zumo de naranja
  • Dos cucharadas de jengibre rallado
  • Peladuras de limón y naranja
  • Endulzante natural (como la stevia) o miel

Preparación:

Pon el litro de agua a hervir en un cazo. Cuando comience la ebullición, incorpora jengibre rallado y las peladuras de cítricos. Continúa con el hervor durante dos minutos y retira del fuego.

Una vez que el agua se enfríe, añade el zumo y el endulzante natural o la miel. Guarda en el refrigerador y bébela al día siguiente, sola o con hielo.

Smoothie de mango

Una bebida dulce y cremosa. De hecho, no necesitas añadirle ningún tipo de endulzante. La clave está en seleccionar fruta madura y de calidad.

Ingredientes:

  • Un mango
  • Un plátano
  • Un yogur griego (125 gramos)
  • Un vaso de leche (250 ml.)
  • Unas gotitas de extracto de vainilla
  • Semillas de chía al gusto

Preparación:

Pela el mango y retira el hueso, cortándolo después en trozos pequeños. Pela también el plátano y córtalo en rodajas. Añade ambas frutas al vaso de la licuadora junto con el yogur griego y el vaso de leche.

Procesa hasta obtener un jugo espeso y cremoso. Luego añade dos o tres gotitas de extracto de vainilla y las semillas de chía.

Este smoothie no necesita macerar y puedes tomarlo al momento, pero para que esté más fresquito te recomendamos agregar unos cuantos cubitos de hielo.

El mango nos aporta vitaminas A, C y E, fósforo y magnesio. También facilita la digestión porque contiene enzimas digestivas similares a las de la papaya o la bromelina de la piña.

Por otra parte, los lácteos y las semillas de chía son ricos en proteínas y aminoácidos esenciales.

Podríamos decir que es una bebida muy saludable y completa para tu organismo, aunque si estás a dieta te recomendamos no abusar de este smoothie ya que tiene bastantes calorías.