La aromaterapia consiste en el uso de los aceites esenciales para mejorar aspectos de nuestra salud y calidad de vida.

Los aceites esenciales contienen compuestos volátiles biológicamente activos de flores y plantas, en forma altamente concentrada. Son el alma de las plantas ya que usando cantidades muy pequeñas de los mismos, podemos conseguir efectos terapéuticos.

Según la Asociación Nacional de Aromaterapia Holística (NAHA): «la aromaterapia busca unificar los procesos fisiológicos, psicológicos y espirituales para así, aumentar la sanación innata de los individuos.»

Una de las ramas más interesantes de la investigación es la que se refiere al uso de los aceites esenciales para combatir los síntomas de la ansiedad.

Los aceites esenciales pueden inhalarse directamente, empleando un difusor de esencias o bien diluirlos en otro aceite vegetal para masajear la piel.

Algunos de ellos como el aceite de manzana verde son útiles para aliviar las migrañas; el aceite esencial de menta aumenta la lucidez y los aceites de lavanda, jengibre y hierbabuena reducen significativamente las náuseas.

Además, para combatir la ansiedad debemos cuidar otros aspectos de nuestra vida como la alimentación (el Omega-3 juega un papel importante en el bienestar emocional) y llevar una vida activa. Se ha demostrado que el ejercicio físico aumenta los niveles de químicos cerebrales, liberando sustancias como la serotonina, la dopamina y la neropinefrina que alivian los síntomas del estrés. Investigadores de la Universidad de Duke publicaron un estudio según el cual el yoga es particularmente benéfico para la salud mental.

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