baños de vapor

Desde tiempos remotos se han conocido los beneficios que para la salud aportan los baños de vapor. Desde las termas romanas a los baños turcos o las saunas findlandesas, hombres y mujeres de todas las épocas se han aprovechado de sus virtudes.


Si te gustaría conocer más a fondo las propiedades y los tipos de baños de vapor, te animamos a leer nuestro artículo de hoy.

Beneficios de los baños de vapor

  • Ayudan a eliminar toxinas a través de la sudoración.
  • Tienen un efecto relajante sobre el sistema nervioso.
  • Limpian las vías respiratorias.
  • Ayudan a combatir el acné ya que los poros se dilatan permitiendo que las secrecciones sebáceas salgan al exterior y la piel quede suave.

Clases de baños de vapor

Baños turcos

Constan de un sistema de salas que expanden el vapor a diferentes temperaturas: la primera a 45º, la segunda a 55º y la tercera a 70º. El calor que se genera es muy húmedo.

Sauna

A diferencia de los baños turcos, el calor que se genera en la sauna es seco. La temperatura de las saunas está entre 48º y 65º y la humedad entre el 10% y el 30%.

Contraindicaciones

Las altas temperaturas que genera el vapor hacen que el sistema cardíaco se acelere, pudiendo alcanzar las 140 pulsaciones por minuto. Por este motivo, los baños de vapor no son recomendables para todo el mundo, especialmente si:

  • Estás embarazada
  • Sufres de varices
  • Tienes problemas cardíacos o de presión arterial
  • Eres de edad avanzada
  • Padeces de enfermedades a los bronquios o de anorexia

Otras precauciones

  • Toma una ducha templada durante un buen rato antes de entrar para preparar tu cuerpo a la subida de temperatura.
  • Bebe mucha agua, pues perderás muchos líquidos.
  • No tomes baños de vapor si estás haciendo la digestión.
  • Si has estado practicando deporte o alguna actividad física, bebe un isotónico y espera 15 minutos antes de entrar.