Del griego “thalassa” (mar) y “therapeia” (curación), la talasoterapia es un tratamiento de belleza y salud basado en las propiedades beneficiosas del agua marina y de los elementos que la componen. El agua utilizada debe extraerse a partir de 2.500 metros de la orilla para que su concentración en sodio, yodo, calcio, magnesio y sicilio sea más elevada.


Algunos de los beneficios que nos aporta la talasoterapia son:

  • Reactiva la circulación sanguínea periférica: dentro del agua la masa corporal se reduce un 10% con respecto a nuestro peso real. Esto hace que nuestros músculos se relajen y el sistema circulatorio irrigue mejor la sangre hacia nuestras extremidades.
  • Retrasa el envejecimiento cutáneo: gracias al agua del mar recuperamos parte de los oligoelementos que nuestra piel pierde como consecuencia natural del envejecimiento. El proceso por el cual entran al cuerpo todas las partículas que éste necesita, recibe el nombre de «osmosis intercelular». Los contrastes de temperatura hacen que los poros se cierren atrapando las vitaminas y minerales en el interior de nuestra epidermis.
  • Combate la celulitis y la retención de líquidos: el agua marina, las algas y algunos fangos tienen propiedades drenantes que estimulan la microcirculación y ayudan a eliminar toxinas. Su uso constante puede hacer que la piel de naranja mejore notablemente.
  • Relajante muscular: el agua salada ayuda a liberar tensiones. También puede ser útil para aliviar contracturas musculares o dolores de las articulaciones gracias a los efectos terapéuticos del hidromasaje.

En muchos balnearios y spas ofrecen también envolturas de algas, tratamientos con fangos, masajes con piedras calientes, etc. asociados a las sesiones de talasoterapia.

¿Has disfrutado alguna vez de una sesión de talasoterapia? ¿qué centros nos recomiendas en tu país?