La artritis reumatoide es una enfermedad crónica (de larga duración) que afecta a las articulaciones de cualquier parte del cuerpo: manos, pies, codos, rodillas, columna vertebral… Pueden sufrirla personas de cualquier edad aunque es más frecuente en mujeres a partir de los cincuenta años.  Hoy te hablaremos un poco sobre este problema de salud, qué podemos hacer para prevenirla y cómo puede ayudar el ejercicio físico a mejorar la calidad de vida de las personas afectadas por artritis.


Tipos de artritis

Existen más de cien tipos de artritis, pero las más comunes son:

  • Osteoartritis: es el tipo más común de artritis. Ocurre cuando se degrada el cartílago articular provocando la fricción hueso con hueso. Es una enfermedad degenerativa e incurable. Aparece en personas ancianas o tras un traumatismo.
  • Artritis reumatoide: en este caso la inflamación empieza en el revestimiento denominado cápsula sinovial, e una membrana que contiene un líquido lubrificante para proteger la articulación. Cuando se inflama la capsula sinovial disminuye el espacio interarticular perdiendo la articulación su forma y alineación. La artritis reumatoide puede afectar a las articulaciones de cualquier parte del cuerpo y es más común en mujeres que en hombres.
  • Gota: es una acumulación dolorosa de cristales de ácido úrico en las articulaciones. Provoca rigidez articular.
  • Espondilitis anquilosante: es la inflamación de la columna vertebral.
  • Fibromialgia: es un trastorno caracterizado por dolor musculoesquelético generalizado acompañado por fatiga y problemas de sueño, memoria y estado de ánimo.
  • Artritis juvenil: inflamación y rigidez de las articulaciones en niños.

Factores de riesgo

Los principales factores de riesgo para desarrollar una artritis son:

  • La edad: puede ocurrir en cualquier momento de la vida pero es más común al llegar a la tercera edad.
  • Sexo: es más común en mujeres que en hombres.
  • Antecedentes familiares: si un familiar tuyo tiene artritis, es más probable que tú también la padezcas en un futuro.
  • Obesidad: el excesivo peso corporal acelera el desgaste de las articulaciones.
  • Tabaquismo: las personas que han fumado durante casi toda su vida tienen más probabilidades de sufrir artritis reumatoide.

¿Cuáles son los síntomas de la artritis?

Los síntomas principales de la artritis son:

  • Dolor y rigidez en las articulaciones
  • Cansancio inusual
  • Reducción de la amplitud de movimiento de la articulación afectada
  • Inflamación en el área dolorida

En la mayoría de los casos la artritis reumatoide avanza lentamente, afectando al principio sólo a algunas articulaciones. Sin embargo, si no se trata o los tratamientos no funcionan, puede empeorar hasta volverse una enfermedad incapacitante.

¿Cómo se diagnostica?

No existe una única prueba médica para diagnosticar la artritis reumatoide. El médico de cabecera o el reumatólogo pueden basarse en las siguientes pruebas:

  • Examen físico: comprobar el grado de movimiento de las articulaciones y si existe dolor.
  • Radiografía: permite ver la degeneración del cartílago.
  • Tomografía computerizada (TC): permite ver el estado de los huesos y los tejidos blandos que los rodean.
  • Resonancia magnética (RM): para obtener imágenes transversales de tejidos blandos, tendones y ligamentos.

¿Tiene tratamiento?

El tratamiento de la artritis se basa en aliviar los síntomas y mejorar la calidad de vida del paciente. Así, el médico podría preescribir el uso de analgésicos como el paracetamol, el tramadol o incluso opiáceos como la oxicodona. La inflamación se trata con antiinflamatorios no esteroides como el ibuprofeno y el naproxeno sódico.

En el caso de la artritis reumatoide, se pueden utilizar fármacos antirreumáticos modificadores de la enfermedad (DMARD). La aplicación de calor local resulta en muchos casos beneficiosa para desinflamar la zona dolorida.

En algunos casos, cuando los otros tratamientos no funcionan, el especialista puede proponer la cirugía como opción. La artroplastia consiste en sustituir la articulación dañada por otra artificial (normalmente en la rodilla o cadera).

¿El ejercicio físico mejora la artritis?

Las últimas investigaciones demuestran que el ejercicio físico puede mejorar la calidad de vida de los pacientes con artritis.

Un programa de ejercicios de fisioterapia se encamina a combatir la rigidez articular y a fortalecer los músculos que rodean a las articulaciones. En el caso de tener obesidad, es necesario combinar el ejercicio con una dieta baja en calorías y elaborada por un experto en nutrición. Estar en un peso saludable disminuye la presión sobre las articulaciones reduciendo el dolor.