Cada vez somos más partidarias de hacer ejercicio en casa. Es cierto que lo que cuenta es mover el cuerpo y mantenerse en forma, pero de vez en cuando conviene salir de nuestra zona de confort para probar cosas nuevas. Actividades como el senderismo nos ayudan a compensar esa falta de contacto con la Naturaleza a la que estamos ya acostumbradas. En el artículo de hoy te hablaré de los beneficios de practicar este deporte para la salud física y mental ¡espero que te animes a practicarlo!


Mejora la salud cardiovascular.

El senderismo es excelente para la salud del corazón ya que aumenta la capacidad aeróbica y la resistencia. También puede mejorar algunos marcadores asociados a la salud cardiovascular como la presión arterial, el colesterol o los niveles altos de azúcar en sangre.

Disminuye el estrés y la ansiedad.

Realizar una ruta tranquila y apacible produce efectos similares a una sesión de meditación. Mejora el estado emocional y favorece la capacidad de memoria y concentración.

Cuando practicamos deporte liberamos endorfinas que hacen que nos sintamos más felices y tienen cierto efecto analgésico en el organismo. En el caso concreto del senderismo, el contacto con la Naturaleza nos induce a un estado de calma y bienestar.

Los «baños de bosque» son un buen ejemplo. Esta práctica japonesa consiste en dar un paseo o caminata por el bosque como forma de reconectar con la Naturaleza y desconectarse del mundo digital.

Gregory Bratman, investigador de la Universidad de Stanford, hizo un experimento con 60 personas a las que asignó caminatas por el bosque mientras que otro grupo caminó por vías pavimentadas en la ciudad. Los resultados demostraron que aquellos que caminaron por la Naturaleza experimentaron menos ansiedad y rumiación de pensamientos negativos que los caminantes urbanos.

Otro estudio realizado también por la Universidad de Stanford descubrió que 90 minutos de caminata por la Naturaleza provocaba mayor actividad en la corteza prefrontal subgenual, un área del cerebro asociada a la inhibición de sentimientos depresivos

Reduce el estrés oxidativo.

Diferentes estudios confirmaron que el estrés oxidativo se reduce después de hacer una ruta de senderismo. Esto a su vez se asocia con un riesgo menor de sufrir enfermedades como el cáncer o la diabetes.

Un ejemplo es un estudio publicado en 2011 por el International Journal of Sports Medicine que explica cómo el estrés oxidativo se ve influenciado por actividades como el senderismo o el montañismo. Los investigadores midieron los niveles de estrés oxidativo en 12 mujeres con cáncer de mama y 6 hombres con cáncer de próstata, antes y después de las caminatas. Los datos concluyeron que los paseos por la Naturaleza pueden aumentar la capacidad antioxidante en los pacientes oncológicos.

Aunque no se puede decir que el senderismo cura el cáncer, parece ser un factor positivo para la prevención y recuperación.

Fortalece todos los músculos del cuerpo.

Al subir cuestas trabajamos los glúteos, los cuádriceps y los isquiotibiales; mientras que al caminar cuesta abajo usamos la fuerza de los tobillos, las caderas y el core. Los músculos de los brazos y de la espalda se fortalecen gracias al uso de bastones de trekking.

Mejora el equilibrio.

Cuando caminas por senderos los músculos de las piernas se contraen para proporcionar estabilidad en los terrenos irregulares. A medida que estos músculos se fortalecen, también mejora el equilibrio. Además, el senderismo aumenta la propiocepción que es la noción sobre la postura del cuerpo y su movimiento en relación al entorno. Con su práctica el cerebro se vuelve más hábil para evitar obstáculos. Es importante trabajar el equilibrio porque a medida que envejecemos aumenta el riesgo de sufrir caídas.

Previene la osteoporosis.

Actividades de tipo aeróbico como el senderismo ayudan a mantener la densidad ósea reduciendo el riesgo de sufrir osteoporosis en la vejez. Además, la vitamina D que obtenemos de la luz solar es esencial para la fijación del calcio en los huesos.

Ayuda a bajar de peso.

Si necesitas bajar de peso el senderismo puede ayudarte a conseguirlo.

La cantidad de calorías que podrás quemar depende de muchos factores como la edad, el sexo, el ritmo de la caminata y la distancia recorrida. Un buen plan sería hacer tres caminatas semanales de 50 minutos en un sendero local.

Combatir el insomnio.

El ejercicio al aire libre ayuda a combatir el insomnio y a mejorar los patrones del sueño. Estar afuera y recibir la luz natural, especialmente por la mañana, es crucial para la producción de melatonina (la hormona del sueño).

Un estudio realizado en 2017 por la Universidad de Colorado y publicado en la revista Current Biology midió los ciclos de sueño de varios sujetos antes y durante un campamento de fin de semana. Mientras estuvieron expuestos a la luz solar, estas personas aumentaron sus niveles de melatonina y sus ciclos de sueño se regularon de manera natural.

Hacer amistades.

El senderismo es una actividad que se practica en grupo y nos ayuda a forjar nuevas amistades. Es una forma genial de socializar, sobre todo entre las personas tímidas.

¿Sabes qué es lo mejor de todo? A la larga el senderismo forma parte de tu vida mejorando tanto la salud física como la salud mental. Si eres senderista, lo sabrás mejor que nadie. ¡Cuéntanos tu experiencia!