El diente de león (conocido científicamente como Taraxacum officinale) es una planta silvestre que pertenece a la familia de las Asteraceae. Es originaria de Asia y Europa, aunque se encuentra en muchas regiones del mundo con climas húmedos y soleados.


A pesar de que algunos lo consideran una maleza, el diente de león es comestible. Las hojas tiernas se pueden preparar en ensaladas o añadir a los guisos como una verdura más. Las raíces también se han utilizado durante siglos en medicina tradicional como un diurético y protector hepático natural.

Pero ¿sabías que esta planta también es beneficiosa para el cuidado de la piel? Las flores del diente de león se pueden aplicar externamente para aliviar la piel irritada ya que tiene efectos calmantes.

¿Cómo utilizar el diente de león con fines cosméticos?

Una forma sencilla de aprovechar sus virtudes es preparar un oleato casero. Para hacerlo necesitarás un frasco de cristal limpio, flores secas de diente de león y un aceite vegetal tu preferencia (normalmente aceite de almendras o aceite de coco fraccionado).

Llena el frasco con las flores y a continuación, vierte el aceite hasta cubrirlas por completo.

Cierra bien el frasco e introdúcelo en una olla con agua al baño María. El agua no debe hervir en ningún momento para no destruir las propiedades terapéuticas de las flores. Deja que se infusionen a fuego lento aproximadamente dos horas. Pasado ese tiempo, retira el recipiente del fuego y deja que se enfríe. Una vez que esté completamente frío, puedes colar el aceite resultante para retirar las flores y almacenarlo durante un año.

Sus beneficios

El oleato de diente de león y las fórmulas cosméticas que utilizan esta planta poseen diferentes beneficios para el cuidado de la piel que te resumiremos a continuación.

  • Combate los radicales libres: en la raíz del diente de león se han encontrado potentes antioxidantes como el glutatión y el malondialdehído capaces de neutralizar los marcadores oxidativos.
  • Calma la piel irritada: algunos estudios sugieren que el diente de león tiene propiedades antiinflamatorias, lo que lo convierte en un ingrediente valioso para el cuidado de la piel con eccema o rosácea.
  • Previene la aparición de arrugas: el diente de león es rico en ácido linoleico que protege el manto hidrolipídico de la piel evitando que se formen arrugas prematuras por falta de hidratación.

Es importante señalar que algunas personas pueden ser alérgicas al diente de león por lo que es recomendable realizar una prueba-parche antes de aplicarlo en áreas extensas de la piel.