En las épocas más secas del año hidratar la piel es fundamental. Si buscas una alternativa natural a las fórmulas comerciales, hoy te traemos una receta genial: un body milk casero con aceite de cacahuete que dejará tu piel suave como la seda.


Como muchas de vosotras ya sabéis, el aceite de cacahuete es uno de los aceites vegetales con mayor poder humectante que conocemos (posiblemente uno de los más densos junto con el aceite de aguacate) y, además, deja una agradable fragancia en la piel inmediatamente después de aplicarlo.

Por otra parte hemos añadido a esta receta aceite de macerado de zanahoria (que no debes confundir con el aceite esencial de semillas de zanahoria). El aceite de macerado de zanahoria es rico en betacarotenos, un tipo de antioxidantes que prolongan el bronceado y nos protegen de los efectos dañinos de los radicales libres.

¡Apúntate los ingredientes de esta fórmula!

Necesitas:

Fase acuosa

Fase oleosa

Aditivos

Preparación:

  1. Pesa todos los ingredientes por separado.
  2. Coloca en un recipiente todos los ingredientes de la fase acuosa removiendo un poco para que se integren.
  3. Coloca todos los ingredientes de la fase oleosa en otro recipiente resistente al calor. Calienta al baño María hasta que el emulsionante se haya derretido por completo.
  4. Retira del fuego y espera a que baje un poco la temperatura de la mezcla. A continuación, vierte la fase acuosa en la fase oleosa y comienza a batir con la batidora a media potencia.
  5. Sin dejar de batir, introduce el recipiente en un bol de agua con hielo para favorecer la emulsión. Sigue mezclando durante unos minutos más hasta obtener un producto de consistencia fluida y homogénea.
  6. Para finalizar, añade los aditivos uno a uno mezclando con ayuda de unas varillas.
  7. Comprueba el pH de la loción con unas tiras reactivas (debe estar entre 5,5 y 6). Si es demasiado alto puedes rebajarlo con unas gotitas de ácido láctico.
  8. Envasa la loción. ¡Lista para usar!