En verano el pelo teñido o con mechas es especialmente sensible. Para evitar que se reseque, encrespe y cambie de color, es necesario cuidarlo al máximo.


Llega al verano en las mejores condiciones

Los rayos solares, el agua del mar y de la piscina, el calor, etc. representan una agresión importante para cualquier tipo de cabello. Pero cuando el pelo ha sido sometido a un proceso de coloración, el efecto es todavía más intenso ya que los pigmentos que incluyen los tintes abren la cutícula volviéndolo más seco y frágil.

¿Qué hacer? Todos nuestros esfuerzos deben ir encaminados a reforzar la fibra capilar, aportando al cabello la hidratación y nutrición que necesita.

Consigue una nutrición profunda

  • Aceites capilares: resultan perfectos para nutrir rápidamente el pelo y dejarlo sedoso y brillante. Dos o tres días por semana, aplícatelos sobre los medios y las puntas, evitando la zona de la raíz, antes de acostarte y, al día siguiente, lávate el cabello con un champú suave.
  • Mascarillas: aplícalas las veces que sea necesario, incluso después de cada lavado si crees que tu pelo lo necesita. Para que resulten todavía más eficaces, puedes añadir a tu mascarilla habitual unas gotas de aceite capilar. Extiéndela sobre medios y puntas y cúbrete con una toalla humedecida en agua caliente. Deja que actúe durante media hora y aclara tu cabello con agua.

Cuidados especiales

  • Usa un champú específico para pelo teñido: son productos que hidratan el cabello en profundidad y fijan los pigmentos de color que suelen escaparse con el aclarado. La mayoría de ellos, además, incluyen filtro solar.
  • Córtate las puntas: si lo haces con frecuencia (cada tres o cuatro meses), podrás lucir un pelo sano y, por lo tanto, la coloración se mantendrá durante más tiempo.
  • No abuses del secador: todos los procesos que impliquen calor (también se incluyen las planchas capilares y las tenacillas) hacen que el cabello esté más poroso y pierda el color con mayor facilidad. Aprovecha el buen tiempo para secarte la melena al aire.

Renueva el color con productos más suaves

En verano es mejor elegir un producto sin amoníaco y con una cantidad menor de oxidantes, ya que resultará menos agresivo para el pelo. No es conveniente, sin embargo, recurrir a los tintes vegetales ya que aunque no contienen productos químicos, al entrar en contacto con el sol, pueden modificar el color.

El sol aclara el cabello, sobre todo si está teñido. Los castaños se vuelven rojizos, los caoba anaranjados y los rubios, pajizos. Para evitarlo, es conveniente que, al menos en verano, elijas un color ligeramente más oscuro de lo habitual. El pelo te quedará más natural y acusará tanto las agresiones exteriores. Una buena idea es teñirse únicamente las raíces.

Si llevas mechas procura que el tono elegido no contraste demasiado con el resto del cabello. Con dos o tres tonos será suficiente. Ya se encargará el sol de aclararlo un poco más.

La protección, clave bajo el sol

  • El imprescindible filtro solar: durante las exposiciones al sol, no bajes la guardia. Si no proteges tu pelo, de nada habrán servido los cuidados anteriores. Para ello, aplícate varias veces al día un producto con filtro solar, preferentemente un aceite, ya que resulta mucho más hidratante.
  • Libérate del cloro y de la sal: el agua del mar y de la piscina también suponen una agresión para tu cabello. No te sumerjas en el agua sin antes haberte aplicado el aceite capilar con filtro solar, e, inmediatamente después de cada baño, aclara el pelo con agua dulce (puedes ducharte o llevarte una botella con agua mineral).