etiquetado-cosmeticosHace algún tiempo os hablamos en el blog sobre la conveniencia de elegir cosméticos orgánicos y libres de parabenos, sustancias químicas o aditivos potencialmente tóxicos.

Nuestra piel tiene un grado de permeabilidad muy elevado a través de los poros. Cualquier cosa que nos apliquemos directamente sobre ella podría pasar al torrente sanguíneo.

Sabemos que es muy complicado conocer todos los componentes que aparecen en la formulación de un cosmético. Sin embargo, con unas sencillas pautas de compra podemos evitar la exposición a los ingredientes más tóxicos.

¿De qué están hechos los cosméticos?

Básicamente, podemos identificar tres tipos de componentes:

  1. Principios activos: es el elemento más importante de la fórmula ya que es el principio que actúa. Por ejemplo en una crema regeneradora el principio activo es el que regenera. Desgraciadamente, la mayor parte de los productos de cosmética industrial apenas contienen una mínima parte de principio activo.
  2. Excipientes: son sustancias que hacen que el producto en cuestión tenga una textura concreta. A menudo contienen químicos, emulsionantes, etc.
  3. Aditivos: dan color y aroma a los cosméticos. También pueden ser conservantes, que alargan la vida útil del producto.

¿Qué nos dicen las etiquetas de los cosméticos?

Todas las sustancias contenidas en un producto cosmético se recogen en el INCI (Nomenclatura Internacional de Ingredientes Cosméticos). El INCI es un listado de sustancias que se creó en USA durante los años 80 y al cual también se acoge la normativa europea.

En realidad, no es obligatorio especificar todos los ingredientes (aunque parezca increíble) ni su porcentaje.

En las etiquetas, los ingredientes aparecen siempre en orden según su proporción o cantidad de esa sustancia que contienen. Por eso, cada vez que veamos un producto que se publicita como natural por tener algún extracto vegetal o de alguna fruta como principio activo, es interesante echar un vistazo en el etiquetado y ver el lugar que ocupa en la lista. ¡A veces el porcentaje es ridículo!

Pero lo peor a la hora de conocer lo que realmente estamos comprando, es que muchas veces las mismas sustancias aparecen con diferentes nomenclaturas, y como no somos especialistas en química, cuesta discernir cuáles son los ingredientes potencialmente tóxicos que aparecen en los cosméticos.

Algunos consejos útiles

  • Siempre que sea factible, opta por la cosmética bio o elabora tus propias fórmulas en casa con ingredientes naturales.
  • Si utilizas con frecuencia cosméticos industriales, opta por aquellos que tengan menos componentes. Si ves un listado interminable de sustancias en el etiquetado, descártalo directamente.
  • Confía preferentemente en productos con ingredientes en latín (que sugieran una planta). Por el contrario, evita aquellos con ingredientes en inglés que resuenan a química.