maquillaje sofisticado

Posiblemente en alguna que otra ocasión hayas tenido una cita o una cena especial y te sentiste algo perdida a la hora de elegir un maquillaje sofisticado y acorde a tu vestuario.


En primer lugar, debes pensar en tus rasgos más bonitos, tus expresiones y tu personalidad ya que la imagen que quieres reflejar se corresponde a una persona segura de sí misma… No te disfraces de ninguna actriz, cantante o celebridad que hayas visto en las revistas. La paleta de tonos que elijas debe estar basada en los colores con los que habitualmente te maquillas pero más intensos y brillantes.

La ropa es otro punto a tener en cuenta y tu look (maquillaje y peinado en general) debe adaptarse a ella, jugando con la misma gama de tonos o en contraste pero nunca en tonalidades similares pero sin relación (por ejemplo, si vas a vestir de rojo no pintes tus labios de naranja).

Teniendo en cuenta estos aspectos, para obtener un maquillaje sofisticado necesitaremos tener una piel suave y luminosa, unas pestañas extra largas y unos labios con volumen.

Para que nuestro cutis esté suave y el fondo de maquillaje se fije perfectamente sobre él, tendremos que limpiarlo antes a conciencia y, a ser posible, realizar una exfoliación y una mascarilla un par de horas antes del maquillaje para eliminar todas las impurezas, el exceso de sebo y recuperar el volumen y la textura suave perdidas por las horas de cansancio.

Con el cutis bien limpio y nutrido, procederemos a aplicar la base de maquillaje que debe ser del tono de nuestra piel y los correctores que difuminaremos con ayuda de un pincel suave. Ten especial cuidado con aquellas zonas de más difícil acceso como las sienes, las orejas o la línea que precede a la raíz del pelo ya que si la base es fluida o cremosa te costará acceder a ellas y, además, podrías mancharte.

Si fuese necesario, retira los excesos de cosmético con ayuda de un papel tissú. Si lo deseas también, aplica un poco de rubor suave a la altura de los pómulos.

Para tus ojos, opta por sombras brillantes y satinadas y delinea ambos párpados para crear sensación de profundidad en la mirada. Riza tus pestañas con ayuda de un rizador y cúbrelas con dos pasadas de máscara para dar mayor sensación de volumen (no es necesario que lo hagas ambas veces desde la raíz de las pestañas, la segunda vez puedes repasar sólo las puntas).

Si has centrado la atención en tus ojos, es preferible dejar tu boca en un discreto segundo plano pero si no has intensificado mucho la mirada puedes elegir un color más fuerte para tus labios. En todo caso, nunca te olvides de delinearlos pues de esta manera evitarás que el pintalabios sobrepase la línea de contorno de tu boca; además, el delineador te permite corregir la forma y el volumen de tus labios.

Para un toque más impactante aplica un poco de brillo en el centro del labio y difúminalo con un pincel hacia los extremos de la boca.

Para finalizar, sella el maquillaje con una leve pasada de polvos traslúcidos para evitar los brillos y conseguir así un acabado más natural.