Si te gusta elaborar perfumes caseros posiblemente te has preguntado en más de una ocasión cómo darle un toque de color a tus creaciones. Existen diferentes posibilidades para darle color a una fragancia con buenos resultados.


Lo primero que debemos comprender es que los colorantes no aportan nada beneficioso a un producto cosmético ni a nosotras al utilizarlo. Sirven para embellecer, hacer más atractivo y divertido un producto.

Colorantes sintéticos

Partimos del hecho de que a pesar de su procedencia sintética, este tipo de colorantes deben ser sustancias inocuas para las personas (son el único ingrediente cosmético regulado por la FDA). Con todo, dependiendo del tipo de piel estos colorantes sintéticos podrían desencadenar reacciones alérgicas o incluso agravar un problema de dermatitis ya preexistente.

Dentro de los colorantes sintéticos existen distintas calidades. Los más peligrosos son los derivados de la hulla (compuesto del petróleo). Los puedes reconocer por las sílabas «anilin o anilid» (por ejemplo, acetanilido). Algunos colorantes minerales también son problemáticos por su contenido en metales pesados como el cromo.

Colorantes naturales

Se obtienen de plantas, flores o especies maceradas en alcohol (tinturas vegetales).

El tiempo para obtener color depende mucho del vegetal utilizado, por ejemplo para obtener el color verde de la clorofila, utilizamos espinacas u ortigas, que directamente se pasan por mortero con alcohol, para luego filtrar y obtener el verde deseado. Otro tipo de plantas, como el hibiscus, que da un precioso violeta, necesita al menos dos días de maceración para que su concentración sea suficiente para obtener un color estable.

Colorantes alimentarios

Son totalmente inocuos para la piel pero tienen como desventaja que generan más impurezas y sólidos, aunque realmente esto no supone mucho problema en la elaboración de una fragancia ya que durante el filtrado desaparecen todos los residuos que se han ido generando mientras el líquido está en reposo. Te recomendamos usar colorantes alimentarios en formato líquido en lugar de pastosos para dar color a tus fragancias.