La plancha de pelo se ha convertido en una de nuestras herramientas de styling favoritas. Nos permite domar el cabello rebelde, probar cientos de peinados diferentes y ahorrar dinero en peluquería. De hecho, es muy probable que en menos de un año recuperes el dinero que invertiste al comprar tu plancha.
Eso sí, si quieres cuidar la salud de tu melena es importante que investigues un poco sobre las características de este utensilio. Existen muchas marcas y modelos de plancha para el pelo y, aunque pueden parecer idénticas ¡no hay que fiarse de las apariencias! Los materiales, el tamaño o los ajustes de temperatura pueden variar y deben seleccionarse en función del tipo de cabello. Si es grueso y rizado, necesitarás una plancha con bastante potencia para poder alisarlo, en cambio, si es fino o teñido es preferible trabajarlo a temperaturas más bajas.
El material de las placas.
Las placas son las superficies que entran en contacto directo con la fibra capilar durante el proceso de planchado. Estas placas son la parte más importante de la plancha ya que conducen el calor hacia los mechones para modificar su forma.
En la actualidad, los principales materiales de fabricación de estas placas son la cerámica y el titanio. Cada uno ellos tienen sus pros y sus contras, pero en general los expertos recomiendan las placas de cerámica para dar forma a los cabellos finos y quebradizos. Sellan las cutículas de inmediato proporcionando suavidad y brillo, y, además, ofrecen un deslizamiento rápido.
Por otra parte, las placas de titanio son ultra-ligeras y resistentes a la corrosión. Se calientan en cuestión de segundos ya que el titanio es un excelente conductor del calor. Además, necesitan menos pasadas para lograr los mismos resultados. Por esta razón, estas planchas son la opción más elegida entre los profesionales de la peluquería.
En realidad, ambos materiales son de excelente calidad. Lo más importante es elegir una plancha de cabello fabricada íntegramente con cerámica o con titanio ya que las que llevan solamente un revestimiento pueden dañar el pelo cuando esa capa se desgasta.
Algunas marcas de alta gama refuerzan las placas de cerámica o titanio con turmalina. Este material genera una carga de iones negativos que eliminan la electricidad estática en el pelo. Son una buena opción para las melenas rebeldes con tendencia al encrespamiento.
La temperatura ideal de la plancha de pelo.
La mayoría de las planchas de pelo actuales alcanzan una temperatura entre los 80 °C y los 230 °C.
Es importante que el aparato que elijas tenga un sistema de regulación de la temperatura, ya que este mecanismo te ayudará a proteger el pelo y a evitar que se queme.
Los expertos en peluquería aconsejan no sobrepasar los 150 °C en los cabellos finos o teñidos. El cabello normal o grueso se puede manipular a 180 °C. Por último, para alisar el cabello rizado, se necesitan temperaturas de 210 °C o superiores.
Como ocurre con cualquier otra herramienta de calor, al usar una plancha de pelo es imprescindible aplicar antes un protector térmico. Este producto crea una película protectora sobre la fibra capilar, minimizando los daños causados por la exposición.
¡Nunca sobre el cabello mojado!
Ten en cuenta que nunca se debe manipular el cabello húmedo o mojado con la plancha ya que el agua no puede escapar de las placas y “hierve”.
Si quieres usar la plancha sobre el pelo mojado, debes buscar un modelo específicamente diseñado para este fin. Estas planchas tienen una serie de orificios por donde expulsan el vapor, eliminando así el exceso de agua.
Elige el tamaño según el largo de tu cabello.
En cuanto al tamaño de la plancha, si llevas el pelo corto elige un modelo con placas estrechas para poder manipular los mechones sin quemarte. Las placas de tamaño medio son adecuadas para cortes bob y melenas largas. Aunque si tu cabello tiene un largo extremo lo mejor es optar por placas anchas (4 cm.) para terminar antes y evitar así el daño innecesario de tener que pasar la plancha varias veces por el mismo lugar. En este caso, te aconsejamos también elegir un modelo con placas basculantes que permita ejercer una presión uniforme a lo largo de toda la melena.
Si desconoces el estado actual de tu cabello y no sabes qué plancha de pelo es la más adecuada para ti, te recomiendo pedir consejo a tu peluquero. Él examinará la textura y características de tu pelo y te orientará sobre las mejores opciones para cuidar tu melena.