Hace algún tiempo te hablamos de los buenos resultados que la gimnasia facial te ofrece para tonificar tu rostro y luchar contra la aparición de las primeras líneas de expresión. Se trata de una técnica que funciona principalmente a nivel muscular por lo que ayuda a prevenir la pérdida de elasticidad y firmeza de los tejidos.
Paralelamente, existen otras terapias muy sencillas que puedes realizar en tu propia casa; una de ellas es el masaje facial que sirve para estimular la circulación y la oxigenación celular retrasando la aparición de arrugas en tu cutis y preparando la piel para la absorción de los principios activos de las cremas y los cosméticos que vayas a utilizar.
¿Cómo hacer un masaje facial antiarrugas?
El masaje facial debe realizarse desde el escote en movimientos ascendentes hasta el rostro. Puedes utilizar, para deslizar mejor tus dedos, un aceite suave como el aceite de almendras o de rosa mosqueta o bien, si tu piel es muy grasa, una crema hidratante sin base oleosa.
Para hacer el masaje comienza por la zona del escote utilizando ambas manos para hacer movimientos ascendentes sin realizar presión.
Cuando llegues a la parte superior del cuello, junta los dedos y con las palmas hacia abajo masajea de forma suave. Al llegar al rostro, desliza las yemas de tus dedos suavemente siguiendo la dirección de los músculos en movimientos rotativos y ascendentes.
Una vez que alcances la frente, localiza el centro de la misma y masajea con tus dedos hacia la parte externa de tu cara, de este modo aliviarás la tensión muscular que se acumula en el entrecejo.
Cruza tus dedos frente a tu cara y, con ambos pulgares comienza a realizar movimientos rotativos y ascendentes desde las aletas de la nariz a la parte superior.
Finalizaremos el masaje dando pequeños golpecitos con la yema de los dedos por toda la superficie del rostro; de este modo reactivaremos la microcirculación y la llegada de nutrientes a las células de nuestra epidermis.
Una vez finalizado, puedes aplicarte una mascarilla, poner tu música favorita y relajarte.
