Muchas chicas se ven realmente guapas y favorecidas llevando gafas, pero si tú no te sientes a gusto y optas por las lentes de contacto, debes ser muy cuidadosa a la hora de maquillarte.


No te entretendremos contándote los rituales de limpieza e higiene que debes seguir para mantener tus lentillas en buen estado, preservándolas de los hongos y de las bacterias que pueden dañar el ojo. Tus manos deben estar perfectamente limpias cada vez que las manipules. A veces, con las prisas de última hora, mientras nos estamos maquillando nos olvidamos de este pequeño detalle ¡gran error! Es muy probable que cierta cantidad de cosmético se haya quedado adherida a la yema de los dedos mientras nos maquillábamos y entonces,  ensuciaremos también la superficie de la lente de contacto. Para evitar que suceda, colócate siempre las lentillas antes de maquillarte. Sí… sabemos de sobra que en muchos videotutoriales de Internet, las maquilladoras no se las ponen hasta terminar completamente su look. Sin embargo, no es la forma correcta de hacerlo. Además, al levantar el párpado para introducir la lentilla, podrías restregar parte de las sombras o del delineador estropeando el resutado final de tu maquillaje.

De igual modo, es muy importante tener en cuenta la clase de cosméticos que utilizamos para maquillar nuestros ojos. Elige siempre productos hipoalergénicos. Parte del polvillo de las sombras puede caer en el interior del ojo y quedarse sobre la lentilla. La sensación inmediata será de picor y de irritación ocular. Por este motivo, es aconsejable que los maquillajes empleados para enfatizar tu mirada no contengan fragancias, aceites o sustancias que puedan provocar una reacción alérgica.

Te recomendamos también que optes por las fórmulas resistentes al agua o waterproof para impedir que la sudoración o el lagrimeo hagan que tu delineador o tu máscara se derritan y manchen la lente de contacto.

No te frotes los ojos, aunque te piquen, si te has maquillado. Si te escuecen demasiado, es posible que se deba a que la lentilla se haya secado. Lleva en tu bolso unas gotitas de colirio y aplícatelas con cuidado si aparece esta sensación.

Llegas a casa y… ¡Es hora de desmaquillarse! Pero no olvides nunca que, antes de hacerlo, tienes que sacarte las lentillas para que no se ensucien, limpiarlas bien con su líquido especial, guardarlas y sólo después desmaquillarte como haces normalmente.