Las varices son venas de color violeta o azul oscuro que aparecen en las piernas cuando las válvulas encargadas de regular el retorno de la sangre hacia el corazón no funcionan correctamente. Esto provoca una presión excesiva en los vasos sanguíneos que se van dilatando progresivamente hasta volverse visibles.
Es un trastorno venoso puede afectar a personas de cualquier sexo y edad, aunque las mujeres tienen hasta tres veces más probabilidades que los hombres de padecerlas debido a los cambios hormonales que ocurren durante embarazo y la menopausia. El envejecimiento es otro factor de riesgo, ya que con el paso de los años los vasos sanguíneos van perdiendo elasticidad, lo que contribuye tanto al desarrollo de varices como a la insuficiencia venosa crónica.
Tipos de varices y su tratamiento
No debemos confundir las varices con las telangiectasias o arañas vasculares que son pequeños vasos sanguíneos de color púrpura que se encuentran cerca de la superficie de la piel y que si bien pueden suponer una molestia desde el punto de vista estético, no ocasionan complicaciones graves.
Las venas varicosas se encuentran a un nivel más profundo. Por ejemplo, las varices reticulares son venas dilatadas que tienen forma de cordón retorcido con un tamaño medio de 2-3 mm. de diámetro. Suelen aparecer en los muslos o en la parte anterior de las rodillas.
Aunque son las varices tronculares las que presentan mayor riesgo de complicaciones como hinchazón, edema y, en los casos más graves, úlceras o flebitis. Suelen ser dolorosas y tienen un espesor mayor de 3 mm. A menudo se extienden a lo largo de toda la pierna.
Hace algunas décadas la única forma de eliminar las varices era una intervención quirúrgica conocida como safenectomía que consistía en la extirpación total o parcial de las venas safenas. Sin embargo, hoy en día existen tratamientos mínimamente invasivos como la escleroterapia, una técnica que se realiza de forma ambulatoria sin anestesia y que no deja marcas ni cicatrices.
El procedimiento de la escleroterapia se realiza exclusivamente en clínicas especializadas en cirugía vascular como la Clínica Vasculine (clinicavasculine.es) de Madrid.
¿Cómo es el tratamiento de escleroterapia en la Clínica Vasculine?
- El primer paso es localizar la vena dañada con una prueba llamada Ecodoppler (similar a una ecografía) que permite al cirujano vascular evaluar el flujo sanguíneo del paciente.
- Luego, se realiza una pequeña punción para infiltrar en la vena afectada una solución esclerosante en gel o microespuma (generalmente no requiere anestesia). Si las varices son gruesas se puede utilizar también Venaseal, un sistema de sellado con cianoacrilato.
- Las venas varicosas poco a poco se van reabsorbiendo y el flujo sanguíneo se recanaliza hacia otras venas sanas. Los resultados definitivos se pueden valorar después de algunos meses.
La escleroterapia es un tratamiento seguro y que no necesita ingreso hospitalario. Eso sí, debido a la complejidad del sistema vascular cada paciente es único y el número de sesiones puede variar. Por eso Clínica Vasculine ofrece una garantía de 12 meses en tratamientos cerrados, incluyendo revisiones y retoques adicionales.
¿Cómo prevenir y cuidar las varices en casa?
Una vez que aparecen las varices sólo se pueden eliminar con tratamientos médicos; sin embargo, podemos aliviar sus síntomas y evitar su progresión si seguimos una serie de consejos saludables:
- Dormir con las piernas ligeramente elevadas: coloca una almohada o cojín bajo las piernas cuando vayas a acostarte. De esta forma, mejorará el retorno venoso.
- Haz ejercicio: nadar, caminar, pedalear… El ejercicio físico promueve la circulación sanguínea evitando la aparición de varices.
- No abuses de los tacones altos: su uso prolongado dificulta la circulación de retorno empeorando los síntomas de las varices.
- Lleva una dieta saludable: comer alimentos sanos y libres de grasas transgénicas reduce el riesgo de sufrir aterosclerosis y obesidad, dos factores asociados a la insuficiencia venosa. Además, conviene controlar la ingesta de sodio ya que suele agravar la retención de líquidos.
- Utiliza medias compresivas: ayudan a aliviar los síntomas de las varices como los calambres y la sensación de pesadez en las piernas. Es importante elegir la talla adecuada y usarlas según las indicaciones del médico.
- Evita el tabaco y el alcohol: suelen empeorar la circulación y aumentan el riesgo de sufrir varices al debilitar las paredes de los vasos sanguíneos.
Recuerda que, aunque las varices tienen un componente genético, seguir un estilo de vida saludable contribuye a prevenir su aparición y a disfrutar de una mejor calidad de vida.