El running es uno de los deportes más exigentes para nuestro cuerpo. Al correr ponemos a toda máquina el sistema cardiovascular, pero requerimos el pleno rendimiento de nuestros músculos y pulmones. La reflexología podal estimula todos estos sistemas del organismo. En cada pie tenemos hasta siete mil nervios y cada uno de ellos corresponde a una glándula, órgano o músculo del cuerpo. Al activarlos mediante el masaje, obtendremos también una respuesta sobre su homólogo.


Así la reflexología podal puede ayudar a los runners a recuperarse mejor del esfuerzo de una carrera o tras sufrir una lesión. También es aconsejable para relajar las piernas y aliviar la tensión muscular después de una dura jornada de entrenamiento.

Y es que, aunque al correr implicamos muchos grupos musculares, son los pies los que reciben el mayor impacto ¡hasta diez veces nuestro propio peso corporal! Razón de más para que les dispensemos algunos cuidados especiales.

Resumiendo las ventajas de la reflexología podan para los runners:

  • Incrementa el flujo sanguíneo, acelerando el tiempo de recuperación.
  • Ayuda a eliminar toxinas del organismo, como el ácido úrico y el ácido láctico. Esto a su vez reduce el riesgo de sufrir agujetas.
  • Disminuye la presión arterial.
  • Alivia el estrés y el nerviosismo que pueden presentarse antes de una carrera.
  • Mejora la concentración y la calidad del sueño al incrementar los niveles de serotonina.
  • Tiene un efecto analgésico ante dolencias leves.
  • Reduce la inflamación siendo una buena terapia complementaria en los tratamientos post-quirúrgicos.

¿Cuántas sesiones son necesarias?

Los masajes de reflexología podal deben hacerse dos días antes de la carrera y cada sesión dura una media de 45-60 minutos. También podemos disfrutar de esta terapia los días posteriores a la carrera (el día de descanso) para acelerar la recuperación y aliviar la fatiga muscular.