Las infecciones de orina son muy frecuentes en los meses de verano debido al aumento de la humedad en el área urogenital por el calor y el sudor. Se crea así un caldo de cultivo que favorece la proliferación de las bacterias patógenas que luego ingresan a la uretra e infectan las vías urinarias. Esta infección puede darse en diferentes puntos del tracto urinario y cuando ocurre en la vejiga, se llama cistitis.
Las mujeres somos más propensas que los hombres a contraer este tipo de infecciones ya que nuestra uretra es más corta y existe una mayor proximidad entre el conducto urinario y el periné.
Es muy importante tratar las infecciones de orina a tiempo ya que si las ignoramos pueden extenderse a los riñones ocasionando graves complicaciones. La prueba para diagnosticar esta enfermedad consiste en realizarse un test de orina utilizando unas tiras reactivas que detectan la presencia de sangre, leucocitos o nitritos (que sólo aparecen en cantidades significativas cuando existe infección). En algunos casos (sobre todo si se trata de cistitis recurrentes) el urólogo puede ordenar la realización de un cultivo para descubrir cuál es la bacteria causante de la infección.
¿Cuáles son los síntomas de la infección de orina?
Las infecciones de orina no siempre se presentan con los mismos síntomas, pero algunos de los más comunes son:
- Necesidad constante de orinar sin poder hacerlo.
- Ardor y molestias al orinar.
- Presión en la parte baja del abdomen.
- Orina más oscura o con sangre.
Si la infección de orina se complica y llega al riñón (pielonefritis) pueden aparecer los siguientes síntomas:
- Fiebre
- Escalofríos
- Dolor lumbar muy agudo
- Náuseas y vómitos
Al tratarse de procesos infecciosos, es importante que ante la presencia de alguno de estos síntomas acudas a la consulta del médico para tener un diagnóstico temprano e iniciar cuanto antes el tratamiento.
¿Por qué se producen las infecciones de orina?
- La mayoría de las infecciones de orina están producidas por bacterias que se encuentran en el intestino grueso como la Escherichia Coli (en el 80% de los casos) y que tras su salida por el ano contamina la vagina y la uretra. A partir de aquí, puede ascender hasta la vejiga ocasionando inflamación e infección del tracto urinario. Las relaciones sexuales son una causa frecuente de que esta bacteria se desplace contaminando la uretra.
- La menopausia es un factor de riesgo para las infecciones de orina debido a la sequedad vaginal que se presenta tras la caída de estrógenos. En circunstancias normales las bacterias son eliminadas por el flujo vaginal y las propiedades antibacterianas de la orina, pero cuando esto no sucede así, se adhieren al epitelio de la vejiga donde causan un proceso inflamatorio.
- La humedad de la zona genital es otro de los motivos que suscita la aparición de cistitis en verano. Llevar el bañador mojado durante mucho tiempo favorece la movilización de gérmenes hacia la vía urinaria.
- Algunos estudios sugieren que mujeres con un historial de infecciones de orina tienen una predisposición mayor a sufrir incontinencia urinaria y viceversa. Esto ocurre porque la inflamación afecta al músculo detrusor de la vejiga que contraemos al aguantar las ganas de orinar. Su debilitamiento es una causa habitual de las incontinencias de urgencia.
- El uso de productos inadecuados para la higiene genital (como jabones que alteran el pH de la flora vaginal) debilita nuestras defensas naturales frente a las infecciones de orina.
- Además, personas con diabetes o con un sistema inmunológico deprimido son más susceptibles a tener infecciones de orina recurrentes.
- Por último, algunos anticonceptivos como el diafragma, los condones sin lubricante o los espermicidas favorecen la colonización de las bacterias.
¿Cómo prevenirlas?
A continuación te daremos algunas pautas que han demostrado ser eficaces pare prevenir la infección de orina en los meses de verano.
- No permanezcas mucho tiempo con el bañador mojado. Cámbialo en cuanto puedas por otro seco.
- Bebe abundante agua a lo largo del día para evitar la proliferación bacteriana en las vías urinarias.
- En el caso de las mujeres, utilizar el papel higiénico desde delante hacia atrás para que las bacterias del ano no contaminen la vagina y la uretra.
- Orinar después de las relaciones sexuales con el fin de eliminar los gérmenes que hayan podido pasar a la uretra.
- Por descontado, debes mantener una buena higiene genital y evitar el uso de jabones que alteran el pH de la flora vaginal.
- Acostúmbrate a ir al baño con frecuencia. No es bueno retener la orina.
- Evita tomar baños de tina, es mejor usar la ducha.
- Evita el uso de espermicidas o de las duchas vaginales.
- No utilices ropa muy ajustada en tu zona íntima.
- Sigue una alimentación saludable. Hay que lavar muy bien las verduras que se consumen en crudo. El arándano rojo es un alimento ideal para prevenir la cistitis ya que acidifica la orina dificultando el crecimiento de bacterias en el epitelio de la vejiga.
- En casos de infecciones de orina muy recurrentes, el especialista puede recomendar una dosis de antibiótico después de las relaciones sexuales (profilaxis postcoital).
¡Sigue estos consejos y las infecciones de orina dejarán de ser un contratiempo en los meses de verano!