La piel que rodea los ojos es muy fina y delicada. Para evitar que envejezca antes de tiempo, es necesario modificar algunos de tus hábitos y utilizar cosméticos que la hidraten y la nutran en profundidad.


Reduce las bolsas y las ojeras.

El estrés, la falta de sueño e, incluso, los cambios hormonales, pueden provocar su aparición. Son la consecuencia de la relentización de la microcirculación sanguínea en la zona y su consiguiente hinchazón en forma de bolsas. Si, además, los vasos sanguíneos de los párpados se dilatan, aparecen las ojeras. Para evitarlo, estimula la microcirculación con estos consejos.

  • Eleva la cabeza: dormir con la cabeza más elevada que el resto del cuerpo (colocando, por ejemplo, dos almohadas en tu cama) evita que se acumule el líquido en la zona.
  • Aplícate frío: cuando te levantes por la mañana, estimula la circulación sanguínea de la zona lavándote la cara con agua muy fría. Si tienes tiempo, colócate dos rodajas de pepino, una gasa empapada en infusión de manzanilla muy fría o bien un antifaz de gel durante unos 10 minutos.
  • Sin sal: también es importante reducir el consumo de sal, sobre todo a la hora de la cena, ya que este condimento retiene líquidos y favorece la hinchazón.
  • Cosmética: utiliza una crema para el contorno de ojos que incluya en su composición principios activos descongestionantes, antiinflamatorios y drenantes. No sólo te ayudará a reducir bolsas y ojeras, sino también a rejuvenecer la zona.

Pon freno a las arrugas.

El paso del tiempo también deja su huella en la delicada piel que rodea los ojos. El parpadeo constante, los gestos que hacemos al enfocar la vista, sonreír, levantar las cejas, protegernos del sol, etc. favorececen la aparición de arrugas (las temidas «patas de gallo»).

  • Productos antiedad: en estos casos, utilizaremos un producto para el contorno de ojos con propiedades nutrientes e hidratantes. Se trata de cosméticos que pueden usarse de forma preventiva desde edades muy tempranas (a partir de los 20 años) y que ayudan a atenuar las arrugas y reducir la flacidez. Se aplican un mínimo de dos veces al día, por la mañana y por la noche, después de limpiar la piel. No sólo reducen las arrugas, sino que también aportan luminosidad y firmeza, atenuando la expresión de cansancio en la mirada. Si las arrugas están muy marcadas, los productos con efecto «filler» (relleno) te ayudarán a suavizarlas.
  • Protégete del sol: es el enemigo número uno de la belleza y juventud de tus ojos. Durante el día, utiliza una hidratante con filtro solar (incluso en invierno) y unas gafas de sol.

Buenas costumbres

Además de los cuidados específicos, hay una serie de medidas generales que te ayudarán a mantener tu mirada joven y atractiva sea cual sea tu edad.

  • Desmaquíllate a diario: no hay nada peor para tus ojos que dormir con restos de maquillaje. La renovación de la piel se hará de forma incompleta y, al día siguiente, te verás con aspecto cansado y envejecido.
  • Aplica las cremas con suavidad: hazlo siempre con el dedo anular (es el que tiene menos fuerza) y dando suaves toques sin restregar ni tironear la piel.
  • Bebe agua: una correcta hidratación resulta imprescindible para combatir la sequedad cutánea y la retención de líquidos. También es aconsejable comer de dos a tres piezas de fruta al día y dos raciones de verduras.

La ayuda del maquillaje

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  • Prepara tu piel: antes de aplicarte el maquillaje, extiende una prebase (ideal para rellenar las arrugas y minimizar las imperfecciones) y un corrector antiojeras un tono más claro que el color natural de tu rostro.
  • Sombras luminosas: los colores más claros y con acabado mate te ayudarán a conseguir una mirada más limpia y joven. Evita, por el contrario, perfilar los ojos con lápiz o eyeliner y usar sombras satinadas y/o oscuras.