Cosmética genómica

¿Has tenido alguna vez la sensación de probar una y otra crema para darte cuenta de que ninguna era capaz de tratar todos los problemas de tu piel?

Según los dermatólogos, la genética es uno de los factores determinantes que influyen en la calidad y el tipo de piel así como su predisposición al envejecimiento. La investigación cosmética no es ajena a esta realidad. Cada vez se estudia más el ADN y los genes de la persona con el objetivo de crear cosméticos que se adapten plenamente a nuestras necesidades y que permitan tratar los problemas actuales y futuros que presentará nuestra piel.

Empresas como Prima-Derm o Genocosmetics Lab ya comercializan packs preparados para crear estos cosméticos personalizados para el ADN de cada cliente. Pero ¿en qué consisten realmente estos tratamientos? y ¿por qué recurrir a ellos?

Hoy os hablaremos de esta nueva forma de entender la cosmética desde una base genética.

La importancia del ADN

El estado de nuestra piel depende de muchos factores: los hábitos de vida, los cuidados que le dispensemos, el clima… Sin embargo, el principal factor que determina el envejecimiento cutáneo es nuestro ADN. La elasticidad de la piel, su pigmentación, la resistencia a los rayos solares, la velocidad de oxidación, etc… dependen de la genética.

¿Has oído hablar de la cosmética genómica?

Es una nueva disciplina dentro de la cosmética que estudia los genes y su influencia de en la fisiología cutánea para elaborar cosméticos totalmente personalizados, basándose en el ADN del cliente.

El tratamiento se realiza en varias fases:

  1. Primero se toma una muestra de saliva y se analizan los genes que determinan la predisposición a la formación de arrugas, el daño por estrés oxidativo, deterioro de las fibras de colágeno o pigmentación irregular.
  2. Los resultados genéticos se cruzan con los datos obtenidos de una encuesta sobre los hábitos de vida de la persona: alimentación, nivel de actividad física, horas de exposición solar, etc.
  3. En el laboratorio se estudian todos los datos recogidos para averiguar la predisposición al envejecimiento cutáneo o la respuesta de la piel a cada ingrediente, seleccionando aquellos que vayan a resultar más efectivos.
  4. Una vez completado el estudio, se crea el cosmético (crema, sérum, contorno de ojos…) personalizado para el cliente, listo para ser utilizado.

Estos cosméticos suelen ser bastante caros, debido a los numerosos estudios que se deben realizar y a que el producto se elabora de forma prácticamente artesanal, en lugar de fabricar grandes cantidades de manera industrial. Sin embargo una vez realizados los análisis, ya no es necesario repetirlos por lo que el coste de creación de los cosméticos que encargues sucesivamente es significativamente más bajo. Esperamos que dentro de unos años los avances tecnológicos permitan abaratar todo el proceso haciendo que estos productos sean accesibles para todo el mundo.