¿Eres precavida a la hora de broncearte? Todo el mundo piensa que sí ya que de lo contrario cuidarían lo máximo posible su piel. Sin embargo existen algunas creencias falsas muy extendidas que pueden convertir el ponerse morena en una práctica nada saludable. ¿Sabes cuáles son?


  • Uno de los mitos más extendidos es que las pieles morenas no necesitan protección solar. Esto es totalmente falso. Las pieles oscuras no son tan propensas a sufrir quemaduras solares pero la cantidad de melanina no tiene que ver con la densidad o calidad de nuestra epidermis. Las personas morenas padecen los efectos nocivos del sol igual que las de piel clara: fotoenvejecimiento, manchas o incluso cáncer de piel.
  • De igual forma hay quienes piensan que la fotoprotección es un cuidado exclusivo de las pieles maduras. A pesar de que nuestra piel tarda más en regenerarse a partir de los 30 años, se calcula que a los 20 años ya ha recibido el 80% de la radiación solar que repercutirá en su futuro aspecto. Por este motivo es tan importante concienciar a los padres de la importancia de proteger la piel de los niños.
  • Otra creencia falsa consiste en pensar que una crema solar nos protege totalmente de las exposiciones. Lo cierto es que solamente pueden filtrar el 80% de las radiaciones solares. Obviamente esto es una gran ayuda, pero en las horas en las que la incidencia de los rayos UV es mayor (de 12 del mediodía a 4 de la tarde), es mejor evitar tomar el sol de forma directa con o sin cremas.

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  • Muchas veces habrás oido comentar entre tus amigas que si el día está nublado no necesitas fotoprotección. La verdad es que los rayos UV no se quedan en la atmósfera sino que traspasan las nubes y pueden provocar daños en nuestra piel de igual modo. Es mejor ser precavidas y no salir nunca sin protegernos antes.
  • Confusiones con respecto a los productos: ¿cuántas veces has escuchado que los autobronceadores impiden quemarnos? Los autobronceadores sólo sirven para dar color a tu piel pero no la protejen de los rayos UV. «Evitan quemarnos» sólo en el caso de que los usemos como sustitutos de los baños de sol.
  • Por último, tenemos que aclarar también que necesitamos tomar el sol con moderación y que dejar de hacerlo puede ser tan perjudicial como no hacerlo. La luz ultravioleta nos ayuda a sintetizar la vitamina E, responsable de que nuestra piel se mantenga flexible y elástica.