Los cambios de temperatura afectan a todo tipo de pieles pero especialmente a las más secas y sensibles. Hoy te traemos una receta fantástica: una crema casera con propiedades regenerantes, nutritivas y calmantes para la piel agredida. Entre sus ingredientes se encuentran el aceite de comino negro (regenerante y antiséptico), el aceite esencial de Palmarosa (astringente, bactericida y cicatrizante), el aceite de Cártamo (nutritivo y emoliente) o el aceite esencial de lavanda (cicatrizante y calmante). Además, hemos incluido en su formulación dos hidrolatos con propiedades antiinflamatorias para calmar la irritación de las pieles sensibles: el hidrolato de Aciano y el hidrolato de hipérico.


Esta crema puede emplearse en pieles secas, sensibles, desvitalizadas o con afecciones cutáneas como la psoriasis. ¡No te la pierdas!

Ingredientes:

Fase oleosa

Fase acuosa

Aditivos

Preparación:

  1. Pesa todos los ingredientes por separado.
  2. Coloca en un recipiente los ingredientes de la fase acuosa y en otro recipiente los ingredientes de la fase oleosa.
  3. Calienta ambos recipientes al baño María hasta que el emulsionante Olivem 1000 se haya derretido por completo.
  4. Retira del fuego y mezcla la fase acuosa en la fase oleosa. Utiliza una batidora a media potencia durante un par de minutos.
  5. Introduce el recipiente en un bol con agua fría para favorecer la emulsión y continúa batiendo.
  6. Cuando la crema adquiera una textura homogénea, añade los aditivos en el orden que te indicamos, mezclando con las varillas después de cada adición.
  7. Comprueba el pH de la crema con unas tiras reactivas. Si está muy alto, añade unas gotitas de ácido láctico.
  8. Trasfiere la crema a un frasco estéril y utilízala antes de seis meses.