¿Sabías que algunas enfermedades son más frecuentes en otoño? Saber cuáles son te ayudará a prevenirlas.


Las enfermedades típicas del otoño.

Cada estación tiene unas enfermedades típicas, normalmente asociadas a la climatología y al estilo de vida. Por ejemplo, en verano son muy comunes las cistitis, las infecciones micóticas y las otitis ya que nuestra piel y mucosas están en contacto con el agua del mar y de las piscinas.

Pues bien, en otoño también hay algunas enfermedades que nos afectan con frecuencia y que podemos prevenir con un poco de cuidado.

Resfriados

Son la razón más frecuente por la que los niños faltan a la escuela y los padres al trabajo. Los progenitores usualmente se contagian del resfriado de sus hijos.

Los resfriados pueden ocurrir en cualquier época del año, pero son más comunes en otoño y en temporada de lluvias. Cuando hace mal tiempo cerramos las ventanas para evitar que entre el frío desde el exterior y esto mismo hace que el ambiente esté saturado de virus y nos contagiemos con facilidad.

Gripe

La gripe está causada por el virus de la influenza. Las vías de contagio son las mismas que en el resfriado común: las secreciones respiratorias de las personas contagiadas que se liberan con la tos o los estornudos.

Los brotes epidémicos de la gripe suelen aparecer en los meses de otoño e invierno por un periodo breve de tiempo (2-3 semanas). Cada brote epidémico suele afectar al 10% . 20% de la población.

A menudo la gente confunde el resfriado con la gripe, pero aunque coinciden algunos síntomas son enfermedades diferentes. La gripe se manifiesta con fiebre, dolor de cabeza, dolor de garganta, dolores musculares y malestar generalizado.

Existen algunos grupos de riesgo, sobre todo las personas mayores de 65 años, con problemas respiratorios o cardíacos. La complicación más severa de la gripe es la neumonía, por eso cada mes de octubre se realiza una campaña de vacunación masiva con el fin de inmunizar a la población envejecida o a aquellas personas que sufren enfermedades crónicas.

Alergias

En otoño se produce un repunte de las colonias de ácaros. Una humedad relativa por encima del 60% con temperaturas entre 25ºC y 35ºC son las condiciones ideales para que proliferen los ácaros.

Ángel Moral, presidente del Comité de Aerobiología de la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica (SEAIC) comenta que «el número de ácaros en los domicilios en zonas con climas templados varía según las estaciones, con cifras bajas al inicio del verano, una elevación progresiva a medida que se aproxima el otoño y un posterior descenso durante el invierno».

Del total de alérgicos que hay en España un 40% lo son a los ácaros.

Asma bronquial

Las personas asmáticas tienen más posibilidades de sufrir una crisis en otoño debido a la exposición a los ácaros y a las esporas de moho.

El ataque de asma produce una inflamación de las vías respiratorias. Esta oclusión puede provocar dificultades para respirar, tos y silbido. En algunos pacientes se trata de un problema menor, pero para un grupo importante de asmáticos se trata de una enfermedad que reviste gravedad.

Según datos de la OMS hay cerca de tres millones de personas asmáticas en España.

Astenia otoñal

Es un trastorno adaptativo que afecta al 25% de la población y provoca síntomas como depresión, falta de apetito y cansancio generalizado. Suele ser algo de tipo transitorio, pero en algunos casos pueden darse síntomas de estrés agudo: sudoración, palpitaciones o aumento de la frecuencia cardíaca.

Consejos para evitar las enfermedades típicas del otoño:

  • Evita las corrientes de aire.
  • No salgas a la calle desabrigada.
  • Lávate las manos antes de comer.
  • Airea la casa para evitar la acumulación de ácaros y humedad.
  • Acude a las citas de vacunación pactadas con tu médico.

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