Los tratamientos con láser son los más solicitados en las clínicas de medicina estética. Gracias a esta tecnología es posible eliminar el vello, quitar manchas y lunares o atenuar las arrugas de cualquier parte del rostro.


Tres son los tipos de láser más utilizados en tratamientos faciales: el tradicional, el láser Q-Switched y el láser fraccional no ablativo. En este artículo te contaremos para qué sirve cada uno de ellos.

Láser tradicional

Emite una luz intensa y uniforme. Este tipo de láser se utiliza para tratar arrugas finas, manchas solares y cicatrices del acné. Es un tratamiento ablativo, lo que significa que elimina la piel dañada y estimula la actividad de los fibroplastos encargados de producir colágeno nuevo.

El tiempo de recuperación después del tratamiento puede ser de varias semanas y se requiere el uso de protectores solares y cremas hidratantes para ayudar a la piel a sanar.

Láser Q-Switched

Este tipo de láser emite pulsos cortos de alta energía que se dirigen específicamente a las áreas pigmentadas de la piel, como manchas oscuras, tatuajes y melasma.

El láser Q-Switched se utiliza para eliminar la pigmentación irregular sin dañar el tejido circundante y se puede utilizar en todo tipo de pieles. El tiempo de recuperación después del tratamiento es corto y no suele ser necesario utilizar cremas o protectores solares especiales.

Láser fraccional no ablativo

Utiliza una tecnología que divide el haz de luz en miles de pequeños puntos que penetran en la dermis favoreciendo la regeneración del colágeno dañado.

Se utiliza para tratar la flacidez facial, arrugas finas, cicatrices del acné o poros visibles.

La ventaja principal de este tipo de láser es que es menos invasivo que el láser tradicional, lo que significa que necesita menos tiempo de recuperación y hay menos efectos secundarios. Además, es adecuado para todo tipo de pieles

La elección del tipo de láser dependerá del problema a tratar. Recuerda que es importante acudir a un centro de estética especializado en el uso de esta aparatología.