En 1979 nació en Inglaterra la primera niña concebida mediante fecundación in vitro (FIV). Su llegada al mundo fue la culminación de un gran esfuerzo científico protagonizado por Patrick Steptoe (ginecólogo) y Robert Edwards (fisiólogo de la reproducción) quienes luchaban contra un grave caso de infertilidad femenina. Desde entonces hasta ahora, más de cinco millones de bebés han nacido gracias a esta técnica. La fecundación in vitro también abrió paso al conocimiento de las células madre y a su posible aplicación terapéutica. En definitiva, un gran avance para la Humanidad por el que Robert Edwards fue honrado con el Premio Nobel de Medicina en 2010.

A finales de los años 70′ la técnica de la fecundación in vitro que se conocía consistía en extraer un óvulo del ovario de la mujer en un ciclo natural. Esta es una de las razones por las que el método tardó tanto en tener éxito ya que durante un ciclo natural solamente se produce un óvulo y este debe ser genéticamente sano para que tras la fecundación en el laboratorio podamos obtener un embrión estable y capaz de ser implantado en el útero de la mujer.

A día de hoy, la introducción de fármacos que producen la estimulación ovárica ha hecho posible que el porcentaje de éxito de la FIV sea mucho mayor ya que se pueden obtener más óvulos en un solo ciclo y por lo tanto, más embriones que se pueden estudiar en el laboratorio para seleccionar los de mejor calidad.

Otro avance importante en este campo ha sido la técnica ICSI que permite la inyección del espermatozoide en el citoplasma del ovocito haciendo posible la fecundación en parejas donde el hombre tiene escasas reservas de espermatozoides o con baja motilidad.

Tampoco podemos olvidarnos de las técnicas de vitrificación de embriones o de óvulos ni de las mejoras en los medios de cultivo que consiguieron reducir el número de embriones a implantar disminuyendo las probabilidades de embarazos múltiples.

¿Cuándo se recomienda recurrir a la fecundación in vitro?

En Tambre, clínica FIV en Madrid, comentan que «en la actualidad se emplea como primera técnica de elección en el caso de factor masculino, baja reserva ovárica, endometrosis o incluso en infertilidad de causa desconocida (idopática) tras realizar ciclos de inseminación intrauterina sin embarazo».

¿Cómo es el procedimiento paso a paso?

Antes de iniciar el tratamiento de fecundación in vitro, la clínica de fertilidad realizará un estudio de la mujer o de la pareja para averiguar la causa de la esterilidad. Es habitual que el especialista decida hacer una ecografía para tener un recuento de los folículos ováricos, ver la posición del útero y descartar otras patologías.

El tratamiento de FIV tiene un protocolo establecido en diferentes etapas.

protocolo FIV

Estimulación ovárica

Consiste en la administración de una serie de hormonas (FSH) y en ocasiones LH o hMG para que aquellos folículos que se encuentran en el ovario en estado quiescente se desarrollen. La dosis y el tipo de hormonas elegido puede variar en función de la edad de la paciente, del recuento folicular y de la respuesta obtenida en ciclos previos.

La estimulación dura entre 7-12 días en los cuales se monitoriza todo el proceso mediante ecografías.

Es importante evitar la ovulación espontánea y para conseguirlo se utilizan otros fármacos de acción hormonal.

Punción ovárica

Los óvulos se extraen del cuerpo de la paciente mediante una punción ovárica transvaginal eco-guiada. Es una cirugía de tipo ambulatorio que se realiza bajo anestesia general y requiere de observación posterior.

En el mismo momento de la extracción de los óvulos la pareja aporta una muestra de semen que será recogida por una enfermera para llevarla al laboratorio y procesarla. Otra opción es recurrir al banco de semen de la propia clínica. Esta es la solución más viable en el caso de infertilidad masculina o de mujeres solas.

Fecundación en laboratorio

Una vez que se identifican y se aislan los óvulos más viables, se procede a la inseminación mediante microinyección espermática (ICSI) en la cual se introduce un solo espermatozoide en cada óvulo.

Cultivo y transferencia del embrión

A las 16-18 horas después de la inseminación se verifica el número de ovocitos fecundados que serán cultivados in vitro durante los 2-6 días posteriores. Pasado ese tiempo, se seleccionan los embriones a transferir. Si quedan embriones viables se pueden vitrificar para utilizarlos más tarde si no se consigue el embarazo.

La transferencia embrionaria es un procedimiento sencillo e indoloro en el cual los embriones se depositan en la cavidad uterina utilizando una cánula muy fina. Todo el proceso se monitoriza mediante ecografía para asegurarse de que los embriones se colocan en el lugar exacto. Tras la intervención, se deja a la paciente reposar en la habitación durante media hora antes del alta clínica.

Para mejorar la implantación y las posibilidades de embarazo, se prescribe también un tratamiento hormonal con progesterona.

La Ley de Reproducción Asistida Española permite que se transfieran como máximo tres embriones para evitar los embarazos múltiples, aunque por ejemplo en Tambre suelen transferir un máximo de dos y en la mayoría de los casos se opta por transferir sólo un embrión.

Resultados

A los diez días de la transferencia embrionaria se miden los niveles de la hormona hCG en sangre para comprobar si la mujer está embarazada.

Las probabilidades de embarazo son variables y la edad de la mujer es el factor de más peso.

¿Qué complicaciones se pueden presentar durante la fecundación in vitro?

Las complicaciones técnicas que pueden surgir son fundamentalmente dos: el embarazo múltiple y el síndrome de hiperestimulación ovárica.

Actualmente las clínicas cuentan con protocolos de actuación para reducir el índice de estas complicaciones.

¿Dónde encontrar una clínica de fecundación in vitro en Madrid?

Si buscas una clínica FIV en Madrid, te recomendamos ponerte en contacto con la clínica Tambre, con más de 40 años de experiencia en reproducción asistida.

Tambre fue la primera clínica de fertilidad en España en obtener el certificado de calidad ISO 9001 en el año 2002 y la primera en utilizar el sistema Time-Lapse GERI®

Algunos de los últimos avances en fecundación in vitro que se aplican en clínica Tambre son:

  • Programa de preservación de la fertilidad (método TEMPO) que consiste en la vitrificación o congelación de los óvulos en mujeres oncológicas o que desean retrasar su maternidad.
  • Incubador de embriones Time-Lapse GERI® de última generación. Para conseguir embriones viables y que puedan desarrollarse en el cuerpo de la mujer una vez transferidos, es importante contar con incubadores de embriones que reproduzcan las condiciones ambientales más parecidas al útero materno. Time-Lapse GERI® cuenta con 6 placas embrionarias y un sistema de monitorización continua que regula las condiciones de temperatura, luz, flujo de gas, CO2 y humedad. Gracias a esto se consiguen condiciones de cultivo idóneas y un 20% más de embriones transferibles.
  • DGP o diagnóstico genético pre-implantacional: es una técnica de selección embrionaria que permite estudiar la carga genética de los embriones antes de su implantación, seleccionando aquellos exentos de alteraciones cromosómicas. Es una técnica recomendada cuando existen antecedentes de enfermedades genéticas, de abortos repetitivos o en mujeres mayores de 38 años ya que con la edad el riesgo de alteraciones cromosómicas es más elevado.

Si todavía tienes dudas sobre la FIV puedes solicitar una consulta presencial u online con clínica Tambre llamando al (+34) 914 116 111 o rellenando el formulario de contacto que encontrarás en su página web.

La fecundación in vitro ha ayudado a millones de parejas y mujeres que tienen dificultades para concebir. ¡Deja que esta oportunidad se cruce también en tu camino!